+ Se aplican protocolos de seguridad antes, durante y después del evento; Laura Velázquez Alzúa, titular de Protección Civil; recalcó que las voladuras son muy cuidadas y no representan un riesgo
La Otra Plana.com.mx
Ciudad de México.- Este 17 de diciembre, a las 15.00 horas, iniciará el proceso de remoción de roca mediante explosivos controlados en la mina El Pinabete, ubicada en Sabinas, Coahuila, luego de concluir con la excavación por medios mecánicos en la parte sureste del tajo a cielo abierto para continuar con el proyecto de búsqueda y recuperación de los mineros.
Este proceso forma parte de la etapa de excavación que se prevé concluya en marzo de 2023, dependiendo de las condiciones de la roca y presencia de agua que se vayan identificando.
En conferencia de prensa, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) informaron que, para el proceso de excavación se requiere fragmentar la roca para su remoción, para lo cual se hará uso de explosivos controlados, como estaba previsto y así alcanzar hasta unos 15 metros por arriba de la galerías existentes, posteriormente se harán voladuras controladas de manera selectiva.
Laura Velázquez Alzúa, coordinadora Nacional de Protección Civil, indicó que los trabajos se están realizando bajo control y la población debe sentirse segura y tranquila, ya que “la CFE es una empresa experta y con conocimientos, que cuenta con un grupo especializado que supervisa el plan de voladuras controladas”.
César Dumas González, subgerente de Geotecnia y Materiales de la Gerencia de Estudios de Ingeniería Civil de la CFE, adscrita a la Dirección Corporativa de Ingeniería y Proyectos de Infraestructura, detalló que este proceso tiene cuatro
aspectos fundamentales: barrenación (perforar), carga de explosivos y detonación controlada, registro de condiciones iniciales de las estructuras aledañas y monitoreo de la intensidad de vibraciones.
Además, indicó que se llevan a cabo ciertas actividades relevantes antes, durante y después de la voladura, donde se aplican estrictos protocolos de seguridad.
El protocolo para las voladuras controladas incluye acciones previas como son la revisión y autorización del diseño de la plantilla de perforación, notificación del evento a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y notificación a Protección Civil municipal y a personal de Sedena en el sitio.
Durante el acto, se supervisará la llegada del transporte del explosivo en sitio y se dará inicio al protocolo de alertamiento de la voladura controlada, asimismo se verificará en todo momento la evacuación del tajo en un radio de seguridad de 250 metros.
Posterior al evento, se realizará la inspección del área y se firmará el acta de liberación de la zona del tajo y finalmente la firma del acta del cierre de la voladura controlada realizada.
Resalta que, fuera de la zona de influencia (250 metros) los efectos pueden ser vibraciones que no provocan daños estructurales ya que la velocidad de las vibraciones será del orden de 0.07 pulgadas/segundo y el sonido de la explosión será instantáneo y del orden de 99 decibeles (similar al que genera la sirena de una ambulancia), ya que dichas voladuras controladas están diseñadas para solo tener fragmentación en la zona de interés.
Para garantizar la seguridad y tranquilidad de la población, se realiza un monitoreo de las vibraciones causadas por la voladura controlada, a través de tres Estaciones de Medición permanentes y tres Estaciones de Monitoreo Móviles para su posicionamiento bajo demanda.