viernes 20, septiembre, 2024

A CONTRAPIÉ

Pataleos y berrinches infructíferos en Morena

Juan Antonio Martínez Barrios

Una vez transcurrida la etapa de anuncios de resultados, de berrinches y acusaciones y quejas, el electo coordinador de los comités de Defensa de la 4T en Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, busca a toda costa la reconciliación con Ricardo Mejía Berdeja para que se sume al proyecto como única manera de poder competirle al PRI y sus eventuales partidos aliados.

El senador Guadiana anunció ayer que hoy por la mañana –seguramente después de “la mañanera”- se entrevistará con el excandidato a coordinador y subsecretario de Seguridad federal “porque necesitamos la unidad en todo Morena, porque de esa manera no le vamos a ganar al PRI, que tiene más de 94 años en el poder, en el gobierno del Estado”.

Claro, para el virtual candidato de Morena a gobernador de Coahuila, la fase de elección de coordinador de los Comités de Defensa ya quedó atrás, a pesar de las acusaciones y señalamientos de Mejía Berdeja en su contra, que no lo bajaba de “candidato a modo”, incapaz de tocar “a los Moreira ni con el pétalo de una rosa”. Mejía estuvo este martes en Palacio Nacional y seguramente ya lo obligaron a bajarle tres rayitas a su radical postura.

Pero, sabiendo de la próxima reunión con fines conciliatorios de su marido con el senador Guadiana, Marlenne de Mejía todavía antenoche le echaba más leña al fuego al demandar a través de redes sociales “que por el bien de Coahuila se rectifique, que se haga valer la democracia, la voz y el deseo de la gente, no de un ‘dirigente’”.

También se quejó de que en realidad en Coahuila “a nadie encuestaron” y demandó que la democracia que se pregona en Morena se aplique. Y publicó la foto de Guadiana en un estadio de Catar para contrastarla con una de Mejía frente al público en la pasada marcha en Saltillo. A menos que Marlenne y su esposo le apuesten a un rompimiento definitivo con el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, la postura de ambos no abona a la reconciliación y mucho menos a que se reconsidere el triunfo del senador, que ya fue avalado por el mismo López Obrador. Los resultados de las tres encuestas son cosa juzgada. No hay vuelta atrás. Todo lo demás son infructíferos pataleos.

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