Saltillo, la capital del automóvil y los taxis
Rubén Olvera Marines
En la ocasión pasada expuse que, según el Instituto Mexicano para la Competitividad, Saltillo se ubica como una de las ciudades con el mayor Índice de Movilidad Urbana del país.
No obstante, también señalé que el rezago es aún considerable, sobre todo en lo que respecta al funcionamiento de la red de transporte público y al tiempo que demoran los usuarios en llegar a su destino.
Para nadie es un secreto que el transporte urbano de la capital de Coahuila enfrenta el reto ineludible de crecer, reorganizarse y modernizarse.
Podrían construirse decenas de puentes y vialidades, pero mientras no se cuente con un sistema de transporte colectivo más cómodo, accesible, económico y seguro, no se alcanzará una movilidad integral, sostenible e incluyente, al nivel de las mejores ciudades del mundo.
De ahí la importancia de que el alcalde José María Fraustro Siller sitúe al transporte público como la columna vertebral de su estrategia de movilidad.
El reto no es menor, máxime si estamos hablando de una de las ciudades del país con el mayor uso de vehículos particulares. Con mucho, el medio de transporte más costoso, contaminante y causante de congestionamientos, en términos de la movilidad colectiva a la que aspira una ciudad que se precie de ser moderna y sustentable.
Según el Sistema de Indicadores de Movilidad Urbana 2015, presentado por el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), el 68 % de los saltillenses se desplazan diariamente en vehículos particulares y taxis, mientras que el 32 % lo hacen en transporte público.
En la mayoría de las zonas metropolitanas del país, esta relación es a la inversa. Por ejemplo, en el Valle de México, el 67 % de las personas utilizan el transporte público, el resto lo hace en vehículos particulares. En Monterrey, los porcentajes son 57 % contra 43 %. En Aguascalientes, el 52 % en colectivo y el 48 % en automóviles privados.
Entonces, ¿de qué manera se podría posicionar a Saltillo en el liderazgo de la movilidad urbana e incentivar un mayor uso del transporte público?
Recientemente, el Foro Oliver Wyman, consultora global en gestión empresarial, y la Universidad de California, Berkeley, presentaron el Índice de Preparación para la Movilidad Urbana 2022. El estudio busca determinar qué tan bien se adaptan las ciudades globales a los retos de la movilidad, principalmente en materia de redes de transporte público y el número de viajeros que lo usan.
Los resultados podrían ser un referente adicional para aquellas ciudades que, como Saltillo, aspiran a convertirse en urbes de avanzada en materia de movilidad.
Entre las 60 metrópolis analizadas destacan Hong Kong, Zúrich, Estocolmo, Singapur y Helsinki. El común denominador es que son suburbios en donde el transporte público es popular, accesible, práctico, integral, seguro y con tarifas bajas.
Hong Kong cuenta con una extensa y sólida red ferroviaria que a su vez soporta una alta densidad de estaciones y conexiones. El estudio sugiere introducir aplicaciones informáticas para que los usuarios programen sus traslados de una forma eficiente y segura.
A Helsinki le distingue la seguridad y accesibilidad del transporte público. Es multimodal y cuenta con autobuses, tranvía, metro, tren y ferry. Una aplicación permite a los viajantes planificar y trazar conexiones entre las distintas alternativas. Existe un boleto único, con el cual se accede a cualquier modo de traslado.
En América Latina, la velocidad de los desplazamientos, la accesibilidad para pasajeros de bajos ingresos y la diversificación de alternativas y conexiones, incluyendo el uso de la bicicleta y los traslados cortos a pie, son los desafíos más importantes que deberán enfrentar las autoridades en los próximos años.
Al final del día, se trata de innovar e invertir. Si el alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, diseña grandes proyectos de movilidad y logra gestionar los recursos para concretarlos, créame, el índice de movilidad de su carrera política crecerá en forma exorbitante.
