Como los de antes
Julián Parra Ibarra
En la Cámara de Diputados ha arrancado ya la que podría considerarse ‘la madre de todas las batallas’, es decir, la discusión de la Reforma Electoral impulsada y promovida por el principal inquilino de Palacio Nacional, y que tanta división ha generado no solo entre partidos y políticos, sino en una gran parte de la sociedad civil de todo el país.
Aunque desde el oficialismo se diga que no, la mencionada iniciativa presidencial lleva como objetivo principal desmantelar el último organismo autónomo que no ha sido convertido en tapete para el titular del poder ejecutivo. Según ellos no es cierto que va a desaparecer el INE, pero su eventual transformación serviría para que el Presidente tuviera bajo su control las elecciones, quienes participan en ellas y quienes sean los ganadores. Como los de antes pues, que tanto aborrece el Presidente y que dice que eso sí calienta, cuando lo comparan con ellos.
Le doy solo un pequeñísimo botón de muestra de las argucias que se pretenden realizar: nos venden la idea de que se eliminarán los 200 diputados de representación proporcional, mejor conocidos como pluris, una iniciativa que no es nueva, que se ha venido planteando y poniendo sobre la mesa desde hace cerca de dos décadas. Pero en la realidad sería a la inversa, es decir, los 300 que queden serían ‘pluris’, cuyas curules serían ocupadas no por quienes los ciudadanos elijan o decidan, sino por los amigos y serviles al Presidente.
Todas las reformas en la materia que se han realizado después del nacimiento del IFE –actualmente INE-, han sido propuestas de la oposición después de una elección presidencial, y la nueva legislación siempre se ponía ‘a prueba’ en la elección intermedia federal. Hoy, lo que nunca había ocurrido, es que la iniciativa provenga del Ejecutivo después de una intermedia en la que Morena perdió la mitad del territorio de la CDMX, que era su principal bastión, y se pondría ‘a prueba’ en la elección presidencial de 2024, lo que la mayoría de los especialistas y analistas en la materia, consideran como altamente peligroso y riesgoso.
Lo cierto es que el inquilino de Palacio quiere tener un órgano electoral bajo su total control, ‘como los de antes’, a los que tanto ataca y tantas cosas hace igualito, por eso las comparaciones ‘aunque eso caliente’. Lo que pretende es una regresión de más de tres décadas, un saltapatrás, para volver a quedar ‘como los de antes’, ni más ni menos.
@JulianParraIba