viernes 22, noviembre, 2024

MITOS Y NOVEDADES EN LA HISTORIA DE MÉXICO

“El indio que mató al padre Pro”

Jesús Vázquez Trujillo

El domingo 13 de noviembre de 1927, el general Álvaro Obregón se dirigía a una corrida de toros.

A través del bosque de Chapultepec, acompañado de partidarios y amigos, pues el general Obregón.

Estaba en plena campaña reeleccionista para ocupar por segunda ocasión la presidencia de la República.

Cuando repentinamente les sale al paso un automóvil de la marca Essex y se les empareja, y comienza a perseguirlos.

Sus ocupantes eran los hermanos José Agustín y Humberto Pro Juárez, el señor Juan Tirado y el ingeniero electricista Luis Segura Vilchis.

Los hermanos Miguel Agustín y Humberto Pro eran sacerdotes, por ello deseaban aniquilar al general Álvaro Obregón.

Para terminar de una vez con la persecusión religiosa, iniciada por el presidente Plutarco Elías Calles, en julio de 1926.

Pues creían que Álvaro Obregón continuaría con la persecusión religiosa, iniciada por su paisano y sucesor.

Los hermanos Pro fabricaban bombas caseras y dinamita en su propio domicilio, eran una especie de terroristas.

Fue una de éstas bombas caseras, la que le fue lanzada al general Obregón desde el vehículo Essex.

Afortunadamente, el general salió ileso del artero ataque y solo recibió unas ligeras heridas, producto de los cristales que le saltaron a las manos.

El general Obregón, tuvo hasta el ánimo para burlarse de la novatéz y torpeza de sus agresores.

Posteriormente, el general Obregón acudió a su domicilio para curarse las heridas de las manos, para después dirigirse a la plaza de toros.

En cuanto el presidente Plutarco Elías Calles tuvo conocimiento del atentado en contra del general Obregón.

Mandó aprehender a los responsables, a los hermanos Pro Juárez y a los señores Juan Tirado y Luis Segura Vilchis.

A éste último lo aprehendieron en las instalaciones de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, lugar donde trabajaba.

Los cuatro implicados en el atentado dinamitero fueron procesados y condenados a muerte, por tentativa de homicidio.

El miércoles 23 de noviembre de 1927, a las 07:00 am. el pelotón de fusilamiento comandado por el general Roberto Cruz Díaz, ejecutó al presbítero Miguel Agustín Pro Juárez.

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