La plataforma supera por un amplio margen a otras que ofrecen casas, departamentos o cuartos en esquema de renta de corta duración. En Quintana Roo hay más de 31 mil espacios de este tipo.
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Los alojamientos temporales para turistas —casas, departamentos o cuartos que ofrecen sus servicios a través de plataformas virtuales— se concentran en 21 estados del país. En la mayoría de ellos, de acuerdo con datos de la empresa intermediaria AirDNA, más del 90% de estos espacios son promovidos dentro de Airbnb.
Las métricas de AirDNA muestran que los destinos con mayor número de alojamientos activos —que fueron alquilados por lo menos una vez en el último mes— se ubican en la Ciudad de México, Playa del Carmen, Cancún-Isla Mujeres y Puerto Vallarta. En el caso de la capital, Airbnb concentra el 91% de las ofertas.
En otros estados, Airbnb acapara mayor porcentaje de los alojamientos de renta temporal para turistas. En Puebla e Hidalgo, la empresa tiene registrado el 99% de las ofertas, mientras que en estados como San Luis Potosí, Chiapas, Guanajuato y Aguascalientes, el número de casas y recámaras que se anuncian en la plataforma alcanza el 98%.
Los estados donde el porcentaje de alojamientos en Airbnb es menor son Sonora (50%), Baja California Sur (52%), Jalisco (70%), Nayarit (73%) y Guerrero (83%). Aquellos espacios que no se promueven en esta plataforma son ofertados a través del servicio de la empresa Vrbo o en ambas aplicaciones. En todos los casos, al menos la mitad de los espacios están anunciados como viviendas o departamentos completos.
¿Qué se sabe de los alojamientos?
El destino del que se tiene mayor información sobre los alojamientos para turistas en el país es la CDMX. Según la asociación Inside Airbnb, es la entidad con mayor número de espacios anunciados en todas las plataformas, donde el 61.5% son casas o departamentos completos y hay por lo menos dos anfitriones que tienen más de 100 propiedades enteras en renta.
La tarifa promedio por noche en la CDMX, de acuerdo con los datos de AirDNA, oscila en los 61 dólares (aproximadamente, mil 180 pesos). Anualmente, los anfitriones obtienen ingresos de hasta 16 mil 800 pesos, aunque en el caso de los alojamientos más lujosos la cifra puede ser mayor. A lo largo de los últimos 12 meses, el promedio de ocupación en la capital ha sido del 71%.
Aunque la capital aparece como el destino con más alojamientos activos, al sumar los espacios en renta que se ofertan en diferentes puntos de otros estados, Quintana Roo es el que acumula la mayor cantidad, con 31 mil 350 casas o habitaciones en las zonas de Playa del Carmen, Cancún, Isla Mujeres y Tulum. En estos lugares, los alojamientos pueden encontrarse desde 75 y hasta en 158 dólares (entre mil 450 y 3 mil 050 pesos).
Con una ocupación del 60% promedio, los anfitriones que rentan estos alojamientos obtienen ganancias aproximadas de 20 mil pesos cada año.
Jalisco aparece como el tercer estado con mayor número de alojamientos activos (14 mil 015), ubicados en Puerto Vallarta (7 mil 639), Guadalajara (4 mil 146) y Zapopan (mil 930). En este estado, las rentas de corta estancia tienen un 60% de ocupación promedio con tarifas variadas: en Puerto Vallarta, el destino más caro, la noche puede costar entre 125 y 156 dólares (2 mil 400 a 3 mil 070 pesos), mientras que para las zonas de Guadalajara y Zapopan, las estancias tienen un valor promedio de entre 50 y 55 dólares (entre 960 y mil 060 pesos).
Para quienes rentan en Puerto Vallarta, las ganancias anuales son de aproximadamente mil 585 dólares (30 mil 680 pesos), en Guadalajara de 673 dólares (13 mil pesos) y en Zapopan de 628 dólares (12 mil 150 pesos).
En cuarto lugar aparece Guerrero, con 9 mil 717 espacios activos en renta, distribuidos en Acapulco (7 mil 283) y Zihuatanejo (2 mil 434), que llegan a tener costos de hasta 134 dólares por noche (2 mil 590 pesos). Con una ocupación promedio del 35%, dejan a los anfitriones ganancias de hasta mil dólares anuales (19 mil 350 pesos).
Con un solo destino, Baja California Sur es el quinto estado con más espacios en renta para el turismo y el que cuenta con las tarifas más altas. Tan solo en Cabo San Lucas hay 5 mil 962 alojamientos, con un costo promedio de 295 dólares (5 mil 700 pesos) por noche, que dejan ganancias de hasta 3 mil 662 dólares (70 mil 890 pesos) anuales.
Según los datos de AirDNA, los alojamientos más económicos se pueden encontrar en Querétaro (38 dólares o 735 pesos), Puebla (39 dólares o 755 pesos), así como en León, Guanajuato, y San Cristóbal de las Casas, Chiapas (40 dólares o 770 pesos).
Aliado del turismo sin regulaciones
En diciembre de 2020, Airbnb lanzó el programa “México por Tierra”, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la World Wildlife Foundation y la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur), con el objetivo de generar “rutas” para el turismo a lo largo de distintas regiones del país.
Según un análisis de la organización Gatitos contra la Desigualdad, aunque esta iniciativa tiene como fin la promoción turística —por lo que ha recibido apoyo gubernamental—, también tiene un efecto adverso en el mercado de la vivienda, pues al no tener regulaciones en cuanto al número de espacios que pueden ofertarse para rentas de corta estancia ni topes en las tarifas, encarece los precios del alquiler y la venta de propiedades.
Hasta ahora, 12 estados se han sumado a esta estrategia —de manera indirecta—, lo que ocurrió de forma paralela a la negociación de acuerdos para la recolección del impuesto sobre el hospedaje, que oscila en 3%. Estas entidades son Sinaloa, Querétaro, CDMX, Quintana Roo, Estado de México, Jalisco, Oaxaca, Baja California, Guerrero, Yucatán, Baja California Sur y Colima.
Apenas el 26 de octubre, el Gobierno de la CDMX anunció que suscribió un acuerdo con Airbnb y la Unesco para promover a la capital como un destino turístico enfocado en extranjeros que realizan trabajo vía remota o nómadas digitales, aunque —según Gatitos contra la Desigualdad— este y los otros convenios que pueda suscribir la empresa con autoridades locales podrían resultar en favores, concesiones o medidas que busquen beneficiar a la compañía, que ya anunció que el siguiente destino con el que sostendrá un convenio de promoción estatal es Yucatán.
De acuerdo con el colectivo de académicos, diversas investigaciones han demostrado que Airbnb, por su modelo de negocios y desregulación, acapara viviendas en masa y aumenta el costo de vida para las comunidades, lo que en ciudades como Barcelona, Londres, París y Nueva York ha llevado a los gobiernos a buscar medidas para limitar su impacto. Esto no está ocurriendo en México, donde algunos vecinos ya han sido expulsados de edificios cuyos dueños buscan sumarse a la plataforma.
(Con información de Animal Político)