Hannia Márquez Jiménez
Octubre es un mes que conmemora varias cosas; está el día 2 con la matanza de Tlatelolco, el día de la raza y festividades que adoptamos principalmente en el norte del país, como el Halloween, pero este mes es popularmente conocido como el mes rosa por la conmemoración del día internacional de lucha contra el cáncer de mama, que se lleva a cabo el 19 de octubre de cada año.
Del simbolismo social y cultural que cubre el hecho de que se conozca como “el mes rosa” solo tengo dos cosas que decir: Uno, que el color rosa esté tan relacionado y encasillado a la mujer y la feminidad es algo sumamente absurdo porque los colores no tienen ni deben tener género; y dos, al ser este un color representativo de un solo sexo provoca al instante que se excluya al otro, pero eso no quiere decir que ellos están exentos de poseer dicha enfermedad.
Sobre el primer punto no me extenderé más, pues siento que es un tema que podría desarrollar incluso en un artículo completo y el objetivo de este texto no va encaminado hacia mis críticas un tanto socialistas y algo feministas; sobre el segundo me gustaría profundizar un poco más adelante. Por lo pronto basta con decir que durante el siguiente espacio me dedicaré a desarrollar el tema principal del mes rosa: El cáncer de mama.
No hay que ser médico o conocedor del área de la salud para saber que el cáncer, en todas sus presentaciones, es una enfermedad horrible y desgastante, de la que no es fácil recuperarse y si se logra hacerlo tal vez se haya tenido que sacrificar alguna parte física. A quienes la han podido superar les admiro, les aplaudo y les mando la mayor de las fuerzas para que vivan su vida lo más plena posible, aprovechando al máximo el regalo de la vida; a quienes hayan perdido a alguien por esta causa les mando fuerzas para recuperarse de tan triste acontecimiento.
Somos conscientes de que todos los tipos de cáncer son malos, pero creo que el cáncer de mama es el más imponente e intimidante, al menos desde mi particular experiencia y punto de vista, ya que llegada una cierta edad las probabilidades aumentan y si a eso se le agrega un factor genético las sumas no se inclinarán a nuestro favor.
La organización Breastcancer menciona, en su página de internet, que solo de cinco a diez por ciento de los casos son producto de una anomalía heredada por los padres y que, en cambio, entre el 85 y 90 por ciento de los casos de cáncer de mama tienen su origen en anomalías genéticas vinculadas al proceso de envejecimiento y el “desgaste natural” de la vida.
Sea cual sea el caso, el riesgo existe y es latente, es por eso por lo que una oportuna detección es tan importante y, por lo tanto, los estudios para su descubrimiento, como la autoexploración y las mastografías. De hecho, hace algunos años, cuatro para ser exactos, entrevisté a un par de estudiantes del Hospital Universitario de Torreón para un proyecto escolar, precisamente acerca de este tema, y ahora me gustaría exponer algunos de sus comentarios para tratar de explicar unos cuantos puntos importantes acerca del cáncer de mama.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, aunque esta enfermedad se suele manifestar mayormente en mujeres de entre 40 y 50 años, todas las personas tenemos un mayor o menor riesgo de padecer cáncer de mama, dependiendo de algunos cuantos factores. La doctora Rocío Olivares Juárez, quien en ese entonces era residente de primer año en el área de Ginecología y Obstetricia dentro del Hospital Universitario de Torreón, comenta que este tipo de cáncer se da usualmente en personas mayores de 45 años, pero que se puede dar en personas jóvenes.
Además, uno de los elementos a considerar para el tema de la prevención se centra en los antecedentes familiares; menciona que siempre que se tenga un familiar con cáncer de mama se debe empezar con las pruebas para detectar enfermedades (tamizajes) 10 años antes de la edad en la que le fue detectada la enfermedad del familiar, es decir, que si en su familia algún pariente fue detectado con cáncer de mama a los 40 años, el familiar debe empezar a hacerse sus tamizajes desde los 30 para evitar una detección tardía de esta enfermedad. La especialista también comentó que los tratamientos dependen del grado de avance de la enfermedad.
Ahora bien, es importante aclarar que, como lo mencioné superficialmente al inicio de este texto, los hombres no están exentos de padecer este tipo de enfermedad. El Instituto Nacional del Cáncer menciona que el cáncer de mama masculino puede aparecer en los hombres a cualquier edad, pero es más común en aquellos con edades de entre 60 y 70 años. Aunque represente el uno por ciento de todos los casos de este cáncer, la tasa de supervivencia de los hombres con cáncer de mama es similar a la supervivencia de las mujeres con dicho padecimiento (entre el 27 y 90 por ciento, dependiendo de la expansión que haya tenido la enfermedad en el cuerpo).
Una vez explicado lo anterior, es importante comentar que toda la población debería estar alerta ante esta enfermedad; aunque las estadísticas estén a favor de los hombres, si tienen algún familiar que haya padecido cáncer de mama y presentan algún malestar en sus pechos no duden en informarse y acudir con un especialista.
También es importante hacer énfasis en que es esencial que la gente esté informada acerca del tema, saber cómo hacerse una autoexploración, cómo se ve una mama dañada, algunos síntomas, los lugares a donde acudir a realizarse mastografías o ultrasonidos mamarios, etcétera, información de vida o muerte que ayudará a contribuir en la tasa de supervivencia de esta enfermedad. Es vital que las pláticas y campañas de prevención que se brindan a lo largo de este mes en muchas dependencias se tomen con la debida seriedad, que el padecimiento amerita porque, aunque la información exista en internet y muchos otros lados, la gente aún no la retiene, la desecha de su mente cuando termina el mes y no se realiza los estudios preventivos.
La doctora Vanessa Moya Garza, quien es especializada en Ginecología y en 2018 era residente de cuarto año dentro del Hospital Universitario en la ciudad de Torreón, comenta que dentro del periodo en el que ella se había encontrado en el hospital siempre habían llegado mujeres que usualmente ya tienen muy avanzada la enfermedad. Comentó también que es importante hacer campañas de prevención porque la gente no está informada acerca del tema y es importante que lo sepan para poder detectarse a tiempo este tipo de padecimientos.
Así mismo, la recomendación de la doctora Rocío Olivares para que el cáncer de mama no se trate demasiado avanzado es la detección temprana; la prevención primaria que consiste en hacerse las revisiones anuales o bianuales para detectarlo a tiempo, concientizando a la gente de hacerse estos chequeos. Personalmente creo que es bastante importante hacer campañas que también incluyan a hombres, citando sus casos personales o familiares e invitándolos a que asistan a éstas, sobre todo si poseen factor de riesgo genético.
Sin duda, a la hora de ver por nuestra salud siempre es importante estar conscientes de las exposiciones que tenemos a ciertas enfermedades y la forma en que podemos prevenirlas o atenderlas con el suficiente tiempo para eliminarlas de nuestro cuerpo; debemos considerar factores que no podemos cambiar, como los genéticos, pero también los que podemos evitar, como la obesidad, que también aumenta el riesgo de que existan más células cancerígenas.
No pienso intentar describir el sufrimiento que padecen las personas a las que se les diagnostica cáncer, junto con sus seres queridos, pero quiero finalizar este escrito invitándolos a que pregunten experiencias negativas y positivas de personas que pasaron por este proceso para que se abran a la importancia que posee este tema. Igualmente, invito a que indaguen más sobre el padecimiento y, sobre todo, que si tienen la oportunidad apoyen a las fundaciones con donaciones de cabello o de cualquier otro tipo que acepten y puedan ofrecer. Por último, apóyense a ustedes mismos y a sus círculos sociales con la información que vayan adquiriendo, y también aprovechen los descuentos es estudios preventivos que se hacen este mes en diferentes empresas.
La salud es algo con lo que definitivamente no se debe de jugar y mucho menos tomarse a la ligera, por eso es necesario que toda la población, hombres y mujeres, con antecedentes de cáncer en su familia se realicen un chequeo de rutina anual o bianual para reducir la posibilidad de padecer cáncer de mama. Siempre hay que tener en cuenta que si detecta algún síntoma se debe ir inmediatamente a una revisión con un especialista para descartar posibilidades. Deseo de todo corazón que sus estudios preventivos solo se queden en eso, que cada vez sean más las personas informadas y, en consecuencia, que esta enfermedad cada vez cobre menos vidas.