viernes 20, septiembre, 2024

Más de 45,000

 

 

(Hacia un teatro pobre, rico en inmensidad creativa)

Raúl Adalid Sainz

¿A qué nos remite esta cifra? Esa cuestión fue resuelta en mi visita al «Teatro Sergio Magaña».

45,000 verdades cruentas, y muchas más, en el curso fatal de este país, de esta desconcertante humanidad. 45,000 violaciones, o muchísimas más, al respeto de la integridad, en este caso, como denuncia a la agresión sexual y vejación hacia la mujer y la niñez. Una sociedad machista, un país y autoridades que hacen caso omiso a una realidad oscura que priva en el cotidiano de este México. 

 

La ignorancia, la insensibilidad, la miseria, ha creado lobos cruentos asesinos. Hay ovejas que simplemente lloran una cadencia de la peor cadena del cotidiano atroz de vida de este país. 

En este caso la prostitución, obligar a la venta del cuerpo para satisfacer voracidades comerciales, el corromper a mujeres inocentes, venderlas, y la infame violación sexual a niñas por enfermos patológicos. La amoralidad en su crudo expresar humano. 

Esta realidad temática es llevada al escenario por la dramaturgia de Aldebarán Casasola. Un texto revelador, turbador, sincero y valiente, acerca de un panorama más que oscuro en nuestro país. Esta obra es un microcosmos de la descomposición social que priva en México. 

El texto es por momentos narratúrgico y en su mayoría, en escenas dialogadas, muy bien dirigidas en su propia situación dramática. La dirección es precisa. Coherente y lógica, narrativamente hablando. La lectura escénica es contundente y clara para el espectador. El espacio se significa brillantemente en sus trazos. 

Existe un tono, en unidad de medida, y un ritmo acertadísimo. Éste sustentado en el contenido del accionar de los espléndidos actores. Femeninos y masculinos. Hay un por qué y un para qué, un qué decir, que se transparenta en lo escénico. Esto es: en cuanto al inteligente texto, al acierto de dirección y la brillantez interpretativa de los cinco actores en escena. 

Me hubiera gustado mencionarlos a todos por sus nombres, la falta de programa de mano, ausente por medida de seguridad higiénica, me hace omitirlos en nombres, más no en la notabilidad de su gran quehacer escénico.

Es un trabajo teatral que inspira a uno como actor a estar en la duela del aquí y ahora con el espectador. El teatro, cuando está bien hecho, te enamorará con su sortilegio, con su canto de sirena. Así salí ayer, viernes 15 de octubre del 2021, del «Teatro Sergio Magaña». Gracias a todos ustedes creadores escénicos de » Más de 45,000″, por este regalo teatral. Gracias al actor Arturo Sosa (digno discípulo y actor de mi querido maestro y director Raúl Zermeño) por haberme invitado.

Recomiendo ampliamente este espléndido pedazo de vida hecho con la esencia del teatro: el alma, imaginación y capacidad de ficción de los actores Amén de los logros dramatúrgicos, como corazón que palpita dentro de un cuerpo de una brillante dirección.

Así que al «Teatro Sergio Magaña». Esta obra la debe ver mucha gente.

 

PD: Gracias a Dalia Barrón por esta información. «Con gusto comparto el nombre de los actores por orden de aparición: Juan Carlos Saenz, Tatiana del Real, Arturo Sosa, Andrea Méndez y Aldebarán Casasola. Mil gracias por asistir a esta función Raúl Adalid».

 

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

 

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