domingo 24, noviembre, 2024

Épica gesta guerrera en el Azteca

 

Raúl Adalid Sainz

A Caixinha no le tendieron la cama. Su sistema no era para este tipo de jugadores. No olvidar que él no planeó al equipo. Eduardo Fentanes, lo que hizo, conociendo bien al equipo, fue darle orden. Jugando más como jugaba Almada. Un 4 4 2. 

 

Al principio, Santos, pese a meter el gol, (golazo de Preciado), batalló. Los santistas se salvaron gracias a Acevedo. Que para eso está. Es otra valla de protección del equipo. Sus atajadas fueron de otro partido. Inyectando ánimo a sus compañeros al triunfo. Un chamán empujando a la victoria. Buscar la gesta en el Azteca. 

Faltando diez minutos para terminar el primer tiempo, el equipo fue más compacto adelantando líneas y controló el vendaval. Así fue en el segundo tiempo. Los buenos cambios de Fentanes refrescaron al equipo, y se recuperó más pelota, Santos se lanzó a buscar la victoria. Ese fue el mérito «Guerrero». 

Que Acevedo brilló y evidenció problemas defensivos, ni duda cabe. Pero se corrigió. El equipo tuvo mucha disposición, desgaste físico, y por momentos buen futbol. Fue un tomar respiro que dará confianza. Sobre todo por el rival al que se le ganó. Caixinha, su error, fue imponer un sistema, que nunca entendieron estos jugadores. El no halló nunca como ordenar a este equipo.

Fentanes y Santos, sabrán caminar el resto del torneo. Muy simple: el señor conoce a los jugadores y sus posibilidades. Ayer Santos terminó jugando con una delantera surgida de sus fuerzas básicas: Aguirre, Ocejo y Medina. Fentanes apostó a ellos y detectó a tiempo que Harold, Lozano y Suárez, estaban fundidos. 

¿Caixinha, lo hubiera hecho? Nunca lo sabremos. Lo que si conocemos es que estamos ante un entrenador (Fentanes), que conoce a fondo a su plantel y sus alcances, supo inyectar otra actitud en el equipo. Ahora la afición lagunera deberá jugar su papel de verdadero seguidor y apoyar en los momentos difíciles. Ahí se conoce al verdadero hincha. Sabremos de que está hecha la afición. 

Después de esta gesta guerrera en el Azteca: ¿seguirá clamando que no vayas al estadio? ¿Que fuera el entrenador en turno? ¿Que tal o cuál es un tronco? ¿Que el Atlas se lleva los reflectores? ¿Que Irarragorri es el cáncer de Santos? ¿Seguirá manipulado por «analistas» tendenciosos y viscerales, sin sacar sus propias conclusiones? Yo concluyó: como hincha, se puede ser villamelón, pero nunca infiel o desleal con los colores.

 

Nota: Después de lo visto, la directiva debe ratificar a Eduardo Fentanes, no como director técnico interino, sino como el entrenador que lleve el resto del campeonato. Nada hay que buscar afuera. 

 

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

 

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