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El 2022 concluirá sin que la atención médica en las instituciones públicas de salud en México haya regresado a los niveles previos al arranque del actual gobierno y a la crisis provocada por COVID-19. Las consultas externas, las de especialidad y las cirugías presentan déficits que alcanzan hasta 25% en comparación con 2018.
Así lo muestran los datos del Cuarto Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los cuales estiman el total de servicios médicos que se estarán brindando en el año a partir de la tendencia registrada entre enero y agosto.
En el caso de las consultas externas otorgadas en las instituciones públicas, tanto a población que no tiene seguridad social como a la asegurada, se prevé que el año cerrará con 220 mil 721 consultas, 25% menos respecto de 2018, cuando se otorgaron 294 mil 950.
La evolución que el mismo informe muestra año con año de las consultas externas brindadas indica que la caída comenzó a presentarse desde 2019, cuando estas retrocedieron a 283 mil 190, coincidiendo con el arranque de la actual administración y del cambio en la política pública que, entre otras cosas, eliminó el Seguro Popular. Se trataba, para ese momento, de la menor cifra de consultas en nueve años.
Con la irrupción de la pandemia, las consultas externas se desplomaron a 175 mil 095 en 2020. Para 2021, la cifra comenzó a recuperarse y en 2022 el gobierno perfila las referidas 220 mil 721, aún lejos de las 283 mil 190 de 2019.
Tendencias similares se observan en los otros rubros. Las consultas generales estarán cerrando, según la estimación oficial, en 156 mil 221 en 2022, 21.9% menos que en 2018.
Las consultas de especialidad en instituciones públicas caerán, de acuerdo con las estimaciones del Cuarto Informe, de 46 mil 948 que se dieron en 2018 a 33 mil 717, lo que representa una disminución de 28%.
La caída en las consultas se refleja también en una baja en el diagnóstico de las enfermedades que más aquejan a la población. De 2018 a 2022, se prevé que el porcentaje de diagnóstico de nuevos casos de diabetes caerá en 43.2% y los de hipertensión arterial lo harán, de acuerdo con las estimaciones del gobierno, en 44.2%.
Las intervenciones quirúrgicas son otro rubro que no han logrado recuperarse en lo que va de este sexenio: en 2018 alcanzaron las 3 mil 348 y en 2022 se reducirán 13.2%, al descender hasta 2 mil 904.
El terreno perdido en instituciones públicas
Una cifra que también ha caído es la de población usuaria de servicios de salud en instituciones públicas. Pasará de 104 mil 316 en 2018 a 100 mil 706 en 2022, lo que quiere decir que tendrá una reducción de 3.4%.
Este dato coincide con el que se dio en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Ensanut Continua 2021, en la que se reportó que la pandemia catapultó el uso de servicios privados de salud. El 70% de quienes lo padecieron en 2021, aun teniendo alguna afiliación a seguridad social, prefirieron atenderse en consultorios de médicos de barrio o de farmacias. En 2018, el porcentaje de quienes buscaban atenderse en el sector privado era de 60%.
De las personas que no tienen seguridad social en el país (43.6%), solo 14% acudió a clínicas de la Secretaría de Salud y el 65% fue a servicios privados. Mientras, de las personas afiliadas al IMSS, solo 38% fue a las clínicas de esta institución y 51% prefirió acudir a un servicio particular.
Arantxa Colchero, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la institución encargada de realizar la Ensanut, señaló que las personas acuden a los servicios privados de salud aunque no hay evidencia de que la atención sea mejor.
“Es difícil evaluar a este sector porque no está regulado y está muy atomizado, hay una gran cantidad de proveedores de atención. Pero los que más preocupan son los consultorios adyacentes a farmacia (CAF) porque tienen médicos menos calificados e incentivos económicos para prescribir medicamentos”, precisó Colchero.
El 16 de agosto, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló, durante la conferencia matutina del presidente, que “lo deseable es que no existan” dichas unidades, pues la atención que brindan se da en condiciones precarias tanto para médicos como para pacientes.
El 31 de agosto, López Obrador matizó y aseguró que “no se trata de clausurar los consultorios de las farmacias, de lo que se trata es de mejorar el sistema de salud pública”.
La faena de reclutar médicos
Lo que sí ha subido es el número de médicos que atienden a la población. En 2018 había 230 mil 977 y en 2022 habrá 10% más, al llegar a 255 mil 177. El gobierno federal ha realizado al menos 66 convocatorias de reclutamiento de personal de salud para poder llevar médicos generales, pero sobre todo especialistas, a los lugares apartados y con mayores carencias.
De septiembre de 2021 a junio de 2022, la Plataforma Médico y Personal de Salud para el Bienestar reportó que se contrataron 728 médicos generales, 88 especialistas, mil 220 enfermeras, 138 auxiliares de enfermería, 142 cirujanos dentales, 34 nutriólogos, 19 trabajadores sociales, tres psicólogos, 15 radiólogos, un laboratorista y un técnico en inhaloterapia.
Sin embargo, la respuesta a las convocatorias no ha permitido al gobierno federal llenar las plazas que se requieren al 100%, apenas se tiene el 71% del personal requerido en 26 entidades, por lo que incluso ha tenido que contratar a médicos cubanos, de los que se espera que lleguen a laborar alrededor de 500 al país. El presidente ha señalado que si es necesario se contratarán médicos de otros países.
El personal de enfermería también se ha incrementado, al subir en 8.8% entre 2018 y lo estimado para 2022. En tanto, en infraestructura, las camas censables en los hospitales aumentarán entre estos años en 6.2%.
(Con información de Animal Políico)