El libro y las citas
Sergio Arévalo
Alguna vez le dije a un amigo, cuando nos tomábamos un café, que los hombres eran como los libros. Uno agarraba gusto por los populares o tal vez por los menos escuchados. En algunos momentos buscabas algo más complicado para después tal vez buscar algo más sencillo. También le argumenté que en ocasiones uno se dejaba ir por una portada bonita con una edición “cara” y hacía de lado las ediciones más simples, para luego darse cuenta de que lo caro no siempre es bueno y lo sencillo suele ser más interesante.
Este argumento lo he compartido en algunas ocasiones cuando hablamos del interés por fomentar la lectura o de vender libros. Comento que en ocasiones siento que nos complicamos mucho para empezar a leer. En mi opinión, creo que es porque creemos que si no nos gusta el libro que está en “tendencia” o no le entendemos del todo, pareceremos personas incultas o hasta tontas. Y es que está la mala idea de que quien lee es culto y, según lo que leas, es lo “inteligente” que eres.
En un mundo donde los podcast están a la orden del día y donde se puede aprender escuchando, leyendo, conversando, etcétera, no es cuestión de andar de un libro de un lado para otro para ser más culto. Claro, la lectura va a enriquecer, pero el camino puede llevar algunos tropiezos, descalabradas y algunos momentos de sonrisas satisfactorias (como en las citas). Y es que hay tanta literatura que es difícil por dónde empezar, y radica en esa dificultad donde se pierden los posibles lectores.
Para quienes sientan que la lectura no es lo suyo o que quieren leer pero no saben por cuál, la recomendación es: ¿Qué temas te gustan para generar conversación? ¿Qué géneros de película te atraen? ¿De qué te gustaría aprender? Y allí uno va despejando la niebla para saber por cuál lectura empezar. Con la aclaración de que, así como con las personas, hay libros que no es su momento. Es decir, que tal vez te lo estén recomendando hasta en la sopa, que quizá se ve atractivo, pero de la página 3 no avances porque no sientas el “click”. Eso es normal, tan normal que no te extrañe que más adelante, quizá al paso de los años, te vuelvas a encontrar ese mismo libro y sientas que es su momento y hasta le cantes: “Cómo te va mi amor… cómo te va”.
Por otro lado, el tema de atrapar lectores, de vender libros, es todo un tema. En México se sabe que no es un país lector, entonces podemos decir que es un doble reto: vender y vender en un terreno un tanto desértico, donde algunas estrategias de marketing planteadas en otros países funcionaron de forma orgánica y fluida, pero aquí puede ser más complicado. A eso agrégale que un porcentaje de lectores navega ya por las aguas de Amazon y ha dejado las visitas a las librerías como algo más que esporádico.
De este tema nos habla Pilar Gordoa, directora de estrategia digital, marketing y comunicación en Penguin Random House. Ella escribió un libro que funciona como guía y reflexión sobre cómo conectar con audiencias lectoras en tiempos de transformación digital, titulado “El arte de conquistar nuevos lectores”. Allí nos plantea que se trata de una evolución en la forma en la que la audiencia conecta con las historias y abre la puerta a nuevos tipos de lectores, que provienen del mundo del audio y del podcast.
Y así como la amiga de Tinder que se queja de que no encuentra el amor de su vida en Bumble o entre aplicación, también hay lectores buscando el libro ideal para la etapa de la vida que están pasando, y un editor, escritor o librero que analiza la forma de llegar al corazón de los lectores para las ventas.







