Reclutamiento infantil: Fracaso institucional y social
«No son los hombres malos, sino las circunstancias malas los que hacen el crimen». Montesquieu
Simón Vargas Aguilar
En un país donde la violencia parece haberse normalizado, el reclutamiento y la utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos representa una de las violaciones más graves a los derechos humanos.
Este fenómeno no es solo un problema de seguridad pública, sino un reflejo profundo de las desigualdades sociales, la pobreza y la falta de oportunidades que azotan a México. El aumento en las detenciones de niños sicarios es un indicador alarmante de la forma en la que el crimen organizado ha intensificado su captación de menores.
De acuerdo con datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim)estima que entre 476 y 899 adolescentes fueron privados de la libertad en 2023 por delitos asociados a la delincuencia organizada, como homicidios, tráfico de drogas y secuestros. Esta misma instancia menciona que en 2023 se registraron 8,660 casos, un aumento del 27.1% respecto a 2022 y un incremento general del 79.6% desde 2021.
Redim, en su informe «Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por agrupaciones delictivas en México (2010-2023)», actualizado a 2025, presenta un panorama desolador y una distribución geográfica preocupante: estados como Sonora (15.7%), Estado de México (11.5%) y Zacatecas (8.9%) concentran un tercio de los casos de privación de libertad en 2023.
Estos números también nos hablan de historias trágicas, como la de Edgar “N”, «El Ponchis», capturado a los 11 años en 2010 por decapitaciones para los Beltrán Leyva o más recientemente, la detención de Derek Jair «N», de 14 años en Tabasco como líder de una facción del Cártel de Sinaloa, responsable de asesinatos y extorsiones.
El contexto social juega un rol esencial en esta crisis, influyendo directamente en la participación de jóvenes en hechos delictivos. Estudios muestran que la combinación de pobreza y marginación con violencia familiar y ausencia de oportunidades en lo educativo y laboral está directamente relacionada con el aumento de bandas juveniles y el reclutamiento por el crimen organizado. Siete de cada diez menores reclutados provienen de entornos de violencia intrafamiliar, y seis de cada diez crecen en comunidades de alta criminalidad.
El proceso de reclutamiento comienza desde edades tempranas, con tareas «sencillas» que sirven de entrada al mundo criminal; desde los 7-9 años, muchos niños son captados para halconeo. Esta actividad, que parece inofensiva, les proporciona un sentido de utilidad y recompensas económicas mínimas, pero los expone a riesgos letales. Con el tiempo, algunos «ascienden» en la jerarquía y de halcones pasan a mensajeros, transportadores de drogas o extorsionadores (entre 13-17 años), y en muchas ocasiones reciben adiestramiento para convertirse en sicarios, responsables de ejecuciones y desapariciones.
Organizaciones como Reinserta detallan esta escalada: un niño reclutado a los 12 puede recibir pagos de 30,000 pesos mensuales por ejecuciones, como en el caso de Jacobo con el Cártel Jalisco Nueva Generación. El «ascenso» no es voluntario; se basa en manipulación, amenazas y promesas de poder en entornos donde la pobreza hace que el dinero sea casi irresistible.
Esta dinámica revela una paradoja lacerante mientras el crimen organizado ofrece «oportunidades» inmediatas como sociedad fallamos en proporcionar alternativas. Para romper este ciclo debe implementarse una estrategia integral por ejemplo, tipificar el reclutamiento como delito grave en el Código Penal; invertir en prevención social y en programas educativos en zonas de alto riesgo, pero sobre todo, reformar el sistema de justicia para adolescentes, enfocándose en rehabilitación y reinserción.
El reclutamiento de niños por grupos delictivos es una herida abierta, por lo que debemos exigir a los diferentes niveles de gobierno acciones concretas para proteger a nuestra infancia pero también cumplir nuestro rol como sociedad; porque ¿Continuamos ignorando esta tragedia, o actuamos para construir un país donde ningún niño sea forzado a integrarse en actividades delictivas?
- Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.