martes 23, septiembre, 2025

Dogma de Fe 

Marcos Durán Flores

Neruda, Allende Pinochet y el peligro de la poesía

El año 1973, el mundo vivió la muerte de los tres grandes Pablos: Casals, Picasso y Neruda. Cinco décadas pasaron, pero sus recuerdos permanecen inmunes al paso del tiempo. Y es que ¿Quién no se ha enmudecido ante la grandeza del «Guernica» de Picasso en el Museo Reina Sofía?, ¿O no se conmovió con «El Pesebre» de Casals o con el poema «Me gusta cuando callas» de Neruda?

Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, nació en Parral, Chile y a los 13 años inició su carrera literaria en el diario La Mañana de Temuco. El temor de contrariar a su familia, en desacuerdo con sus ambiciones literarias, lo obliga a utilizar el seudónimo de Pablo Neruda, que asume en honor del poeta checo Jan Neruda. Muy joven, descubrí en la biblioteca de mi madre la obra del chileno, en especial «Confieso que he vivido», «Para nacer he nacido», «Canción de Gesta», «El río invisible», «Los versos del Capitán» y «Veinte poemas de amor y Una canción desesperada» cuyo célebre Poema 20 que en algunos de sus versos dice: «Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: `La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos’ (.) Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque este sea el último dolor que ella me causa, y estos sean los últimos versos que yo le escribo». 

Como muchos escritores, Neruda eligió el camino del activismo político y al estallar la guerra civil española narra su crueldad, entre ellas la brutal ejecución de García Lorca hecho que lo motiva a escribir el poema «Explico algunas cosas», donde condena al Generalísimo y califica a sus fuerzas de «bandidos». El poema termina con una frase lapidaria: «Venid a ver la sangre por las calles».

Diplomático, poeta y comunista, Pablo Neruda fue acosado por el régimen opresor de Gabriel González Videla que ordenó su arresto. Un amigo lo esconde en el sótano de su casa y tras una épica travesía , escapa del asedio oficial y huye de Chile, país al que retorna cuando el gobierno deja de perseguir a escritores y figuras políticas de izquierda. Sin embargo, en 1956 su comunista fue sacudida por la revelación de Kruschev condenando la barbarie criminal cometida por el régimen de Stalin.

En 1971, la Academia Sueca le concede el Premio Nobel de Literatura «por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente». De sus 108 ganadores, solo seis escritores latinoamericanos lo han obtenido: Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa. Neruda, que en sus «Versos más tristes» utilizó para redactarlos su clasica tinta color verde, alguna vez escribió: «Llegamos de calles diferentes, de idiomas desiguales, al silencio». 

Hoy conocer cómo el poeta llegó a su silencio final, sigue encendiendo debate en Chile pues su chofer personal acusa a la dictadura militar de inyectarle veneno en el estómago, pero la versión oficial es que sucumbió al maldito cáncer un 23 de septiembre de 1973. Habían pasado pocos días del sacrificio de su amigo personal Salvador Allende y del asesinato del cantautor Víctor Jara. Hace una decada, una comisión investiga los crímenes de la dictadura, ordenó que se exhumaran sus restos ubicados en Isla Negra, cerca de su amado Valparaíso. Solo el tiempo dirá si la ciencia forense arroja algo definitivo, pero sin importar el resultado, su voz silenciada desde entonces seguirá hablando a través de su poesía.

Tras la caída de Salvador Allende, con Santiago y todo Chile ensangrentado, al régimen fascista le preocupaba lo peligroso que resultaba la poesía de Neruda, porque como afirmara el escritor inglés Edward Bulwer-Lytton, «La pluma es más poderosa que la espada» y en ese momento, Pablo, dueño de una poderosa y respetada voz a nivel mundial se volvía incómodo para Pinochet. Es entonces cuando el tirano ordena registrar la casa del Nobel en Isla Negra. Neruda, que estaba presente en el momento del cateo, responde al oficial a cargo del operativo con una frase que lo retrata de cuerpo entero: «Busque, nomás, capitán». «Aquí hay una sola cosa peligrosa para ustedes». «¿Qué cosa?», le preguntó: ¡La poesía!».

@marcosduranfl

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