lunes 4, agosto, 2025

ACONTECER

FRANCISCO J. DE LA PEÑA

EL REPUDIO A NOROÑOA

El sábado pasado, GABRIEL ELIZONDO llegó a cenar a una de las sucursales de la taquería “El Pastor”, en Saltillo, acompañado por su esposa y una pareja de amigos. Algunos de los comensales lo reconocieron, y se acercaron a saludarlo. Otros, hasta una selfie le pidieron. Se nota que el joven funcionario goza de la simpatía de la gente y es bienvenido a donde quiera que va.

Días antes, en Querétaro, el petista-morenista-cuatroteista GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA llegó a comer al lujosísimo restaurante 1810, que presume tener en su carta los mejores platillos de la gastronomía francesa y una amplia variedad de vinos y licores. Muy adecuado para un “humilde y austero” servidor público como Noroña, quien se ha pasado por el arco del triunfo todos los llamados que le ha hecho la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM para que cuide las formas y respete los principios de austeridad que les impuso “el mesías de Macuspana”.

Sin embargo, a diferencia del buen recibimiento que le prodigaron a Gabriel Elizondo en la citada taquería, a Noroña lo recibieron con chiflidos, reclamos, recordatorios maternales y otras linduras similares, lo cual lo obligó a retirarse del lugar con la cola entre las patas. Para miles de mexicanos, Noroña es un político apestado, que será repudiado por la gente en donde quiera que se pare. Lo que pasó en Querétaro, así lo demuestra. 

HISTÓRICO FALLO

Tres años se cumplieron este domingo de la tragedia en la mina “El Pinabete”, dónde murieron diez mineros y cinco más lograron salvar la vida. Los sobrevivientes, mantienen desde entonces una lucha judicial para obtener una indemnización por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Cada uno pide 10 millones de pesos en base a lo que establece la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado.

Asesorados por el abogado GERARDO PÉREZ PÉREZ, uno de los más reconocidos penalistas en Coahuila, los cinco sobrevivientes están cada vez más cerca de lograr un histórico fallo que sentaría un importante precedente para evitar que vuelvan a ocurrir tragedias como esta. 

Los mineros señalan que la Secretaría del Trabajo cometió una serie de omisiones en sus funciones de inspección, control, vigilancia, supervisióny sanción que derivaron en la inundación de la mina, la muerte de sus diez compañeros y, en sus casos, diversos daños a su salud física y mental. Ojalá que se les haga justicia; sería muy importante para ellos, y muy relevante para la actividad minera en todo el país. Sin embargo, no hay que perder de vista que, a partir de este lunes, el Poder Judicial de la Federación, en cuyas manos está la resolución de este caso, estará sometido a los designios de la 4t, de tal forma que los acusados —el Gobierno Federal— se van a convertir en juez y parte de este espinoso caso.

HIPOCRESÍA TOTAL

Sobre este tema, el que de plano exhibió una vez más la hipocresía y el cinismo que lo caracteriza, es el “tigre” RICARDO MEJÍA BERDEJA, quien publicó un video en redes sociales en las que promete que, para los responsables de la tragedia en “El Pinabete”, no habrá ni perdón ni olvido. Pero resulta que Berdeja ni siquiera ha contactado a los mineros sobrevivientes, y mucho menos los ha ido a visitar. Y seguramente tampoco se va a atrever a denunciar a la Secretaría del Trabajo, por las evidentes omisiones que se cometieron. Puro blof, como acostumbra.

SENSIBLE FALLECIMIENTO

Este domingo falleció en Saltillo la señora LUPITA OCHOA GALINDO, hermana del exrector de la UAdeC, JESÚS OCHOA GALINDO. A toda su familia, mi más sentido pésame.

MODERNIZAN LAS MORDIDAS

Muy atento tendrá que estar el comisionado de Seguridad y Protección Ciudadana de Saltillo, MIGUEL ÁNGEL GARZA FÉLIX, para que una “manzana podrida” que trabaja bajo su mando no vaya a manchar el gran trabajo que ha venido realizando y que los ciudadanos así lo reconocen.

Resulta que el pasado viernes hubo un leve accidente vehicular —como los que ocurren a diario en las calles de Saltillo—, al que acudió, como debe ser, un elemento de Tránsito Vehicular. Hasta ahí iba todo bien, pero al percatarse de que los daños fueron menores y de que la aseguradora del vehículo responsable se iba a hacer cargo de pagarle al afectado, el “generoso” agente le pidió un “apoyo” de cinco mil pesos al culpable del accidente, a cambio de no imponerle la multa correspondiente y de no llevarse su auto al corralón. El automovilista le dijo que no traía esa cantidad, a lo que el agente respondió: “no se preocupe, me puede hacer una transferencia y asunto arreglado”. Total, que la modernización llegó hasta a las “mordidas”. Agentes como ese no deberían de estar trabajando en una corporación que se ha distinguido por ser una de las mejores del país.

paco1533@gmail.com

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