Shark Tank a la mexicana: ¿rescate al emprendimiento o show político?
Francisco Treviño Aguirre
Con la presencia de importantes inversionistas y la promesa de apoyar ideas innovadoras, el gobierno federal ha decidido impulsar el emprendimiento del talento mexicano al estilo de Shark Tank. Bajo el nombre “Hecho en México: Mentes en acción”, la Secretaría de Economía inauguró un foro que busca conectar a emprendedores con inversionistas, empresas y fondos de capital, con el objetivo de que la innovación sea un eje que impulse la economía del país. Marcelo Ebrard, titular de la secretaria de Economía, enfatizó que apoyar el emprendimiento es clave para transformar la economía y señaló la importancia de creer en el talento nacional: “Si creamos un ecosistema donde innovar sea parte importante del desarrollo, México tendrá éxito”. Esta declaración, algo aventurada, resume entre líneas la visión de fondo: hacer de la innovación la nueva norma para el desarrollo económico mexicano.
En esta primera sesión, se presentaron 14 emprendedores sus ideas en solo dos minutos frente a un panel de “tiburones” e inversionistas destacados. Entre los jueces figuraron Arturo Elías Ayub (América Móvil), Rodrigo Herrera (Genomma Lab) y Ana Victoria García (Victoria 147), figuras conocidas de Shark Tank México, acompañados de empresarios como Mauricio Schwartzmann (Mastercard) y Mariana Castillo (Ben & Frank). El formato fue el siguiente: tras cada presentación relámpago, los inversionistas bombardearon con preguntas y eventualmente hicieron ofertas de apoyo o inversión. Al final, representantes de diversos fondos levantaron paletas numeradas para concertar reuniones con los emprendedores recreando el reality show, pero ahora, en una plataforma oficial.
Ebrard anunció que este programa se realizará de forma regular, buscando consolidarse como un espacio permanente de networking, mentoría e inversión para proyectos innovadores mexicanos. De hecho, el foro tendrá periodicidad mensual, con rondas donde más emprendedores podrán conectar con recursos para escalar sus ideas. La intención es institucionalizar este Shark Tank a la mexicana y que no quede en un esfuerzo aislado.
Los proyectos presentados fueron desde inteligencia artificial y dispositivos médicos hasta biotecnología avanzada, pasando por desarrollos aeroespaciales y soluciones ambientales. Esta presentación mostró proyectos de negocio con potencial escalable y global que se encuentran en fase de producción o en el mercado, todos con el denominador común de la innovación hecha en México. El lanzamiento de este “Shark Tank” gubernamental se genera tras varios años en que las políticas públicas de apoyo a emprendedores y a la ciencia han sido reducidas o relegadas. Cabe recordar que a finales de 2018 la administración de Andrés Manuel López Obrador eliminó el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), eje de la política federal de impulso a pymes y startups en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y lo sustituyó con un esquema de créditos por apenas 3 mil millones de pesos, mismo que fue completamente insuficiente y carente de credibilidad.
En este sentido, el apoyo gubernamental a la ciencia y tecnología ha sido históricamente bajo. México invierte alrededor de 0.3% de su PIB en investigación y desarrollo, porcentaje muy por debajo de economías desarrolladas y de varios países latinoamericanos. Para 2024, el presupuesto federal en ciencia, tecnología e innovación se estimó en 148 mil millones de pesos, equivalente aproximadamente a 0.6% del PIB, cantidad insuficiente de acuerdo al 1.5% recomendado por organismos internacionales. Incluso, en 2023 el Congreso eliminó de la Ley de Ciencia la meta de invertir al menos el 1% del PIB en el ramo, dejando solo una obligación genérica de fomentar la investigación sin un presupuesto concreto.
Las prioridades recientes de gobierno federal tampoco han favorecido la innovación. La administración federal destinó recursos masivos a proyectos emblemáticos como la refinería Dos Bocas, la cual ha costado más de 20 mil millones de dólares del dinero de los mexicanos, mientras el apoyo a sectores tecnológicos quedó relegado. Esto aun cuando analistas advierten que invertir incluso cientos de millones de dólares en innovación y tecnología podría generar retornos sociales y económicos mayores en el largo plazo.
Frente a este contexto, la llegada de “Hecho en México: Mentes en acción” genera expectativas encontradas. Por un lado, se celebra que el gobierno finalmente ponga reflectores sobre el talento nacional y facilite su interacción con inversionistas. Por otra parte, surge la duda si este esfuerzo vendrá acompañado de un aumento real en el presupuesto o se quedará en un gesto simbólico. Si bien el discurso oficial ha cambiado, aún falta ver un cambio en las prioridades del gasto.
Hoy por hoy, el “Shark Tank” del gobierno mexicano es una iniciativa novedosa que podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el sector público, el sector privado y los emprendedores. Ha dado un impulso, aunque sea temporal, a creadores mexicanos de alto nivel, otorgándoles una plataforma antes inexistente en el ámbito gubernamental.
Sin embargo, queda por ver si este impulso será de largo plazo. Las preguntas de fondo son: ¿con este proyecto el gobierno federal finalmente destinará mayores fondos a la investigación, desarrollo e innovación, o si todo quedará en la anécdota de una noche de promesas? Tras un sexenio que recortó apoyos científicos en favor de otras prioridades, el escepticismo prevalece.
¿Estamos ante el inicio de una política de Estado que finalmente apueste por las “mentes en acción”, o solo frente a un espectáculo bien montado? La respuesta dependerá de si, más allá de los reflectores y el espectáculo mediático, las autoridades acompañan el discurso con presupuesto y acciones concretas en pro de la innovación mexicana, porque si este gobierno quiere demostrar que va en serio con la innovación, tiene que abrir más que el telón del escenario, tiene que abrir la cartera.
X:@pacotrevinoag