40 años de “We are the world”
Marcos Durán Flores
En los 80, la música global decidió abordar los problemas del mundo. Durante esos años, se organizaron festivales de recaudación de fondos para causas que intentaban atender la pobreza mundial como Band Aid, Live Aid, Farm Aid y, por supuesto, «We Are the World», el exitoso sencillo de 1985 que reunió a casi 50 de las superestrellas musicales más populares de Estados Unidos para recaudar fondos para combatir la hambruna en África.
Fue la noche del 28 de enero de 1985, cuando un grupo de talentos sin precedentes se congregó en los estudios A&M de Los Ángeles, California, con una misión en mente: cambiar el mundo. No lo lograron, pero lo que sucedió en esa noche mágica, no solo se tradujo en una de las canciones más icónicas y exitosas de todos los tiempos, sino que también en un símbolo imperecedero de solidaridad, esperanza y el poder de la música para generar un cambio real.
Cuarenta años después, el legado de “We Are the World” sigue resonando con una fuerza y una relevancia que trascienden el tiempo. Todo comenzó con una llamada a la acción. Harry Belafonte, conmovido por las devastadoras imágenes de la hambruna en Etiopía, se sintió inspirado por el éxito del proyecto “Band Aid” del Reino Unido y su canción “Do They Know It’s Christmas?”. Su visión era crear un equivalente estadounidense que movilizara a los artistas más grandes del momento para recaudar fondos y concienciar sobre la crisis humanitaria. La idea parecía sencilla, pero monumental: reunir a las estrellas más influyentes de la música pop, rock, soul y R&B en un proyecto que tenía un nombre: USA for Africa.
El desafío era enorme. Coordinar las agendas de cuarenta y cinco superestrellas parecía imposible. Sin embargo, la ventana perfecta surgió en la noche después de los American Music Awards, cuando muchos de los artistas ya se encontrarían en Los Ángeles. Se corrió la voz, y la respuesta fue abrumadora. Las estrellas que participaron, desde los veteranos como Ray Charles y Bob Dylan hasta los recién llegados como Cyndi Lauper y Huey Lewis, con una humildad y un sentido de propósito que eclipsaron cualquier ego. La atmósfera de la sesión de grabación fue descrita por muchos como electrizante y profundamente emotiva. La famosa señal que puso el productor Quincy Jones en la puerta decía: «Deja tu ego en la puerta»
La canción fue obra escrita por Michael Jackson y Lionel Richie que se turnaron para componer la música y la letra, creando un himno optimista que era a la vez un llamado a la acción y una declaración de fe en la humanidad. La estructura de la canción, que asigna solos a diferentes artistas y culmina en un poderoso coro grupal, permitió que cada voz brillara mientras contribuía a una narrativa colectiva.
Las contribuciones individuales, como el inconfundible vibrato de Stevie Wonder, la voz desgarradora de Bruce Springsteen y la emotiva interpretación de Tina Turner, se entrelazaron para crear una pieza cohesiva y profundamente conmovedora.
El lanzamiento del single en marzo de 1985 fue un fenómeno global. La canción se disparó a la cima de las listas de éxitos en todo el mundo, vendiendo millones de copias y rompiendo récords. Pero el verdadero éxito no fue comercial, sino humanitario. El proyecto recaudó más de 63 millones de dólares, que se utilizaron para llevar alimentos, medicinas y proyectos de desarrollo sostenible a los países afectados por la hambruna, pero más allá de los números, “We Are the World” fue un catalizador para un nuevo tipo de activismo filantrópico, demostrando que la industria del entretenimiento podía ser una poderosa fuerza para el bien social.
Cuatro décadas después, la canción sigue siendo un recordatorio de que los egos pueden dejarse de lado para atender proyectos globales, un recordatorio de nuestra responsabilidad compartida. La canción nos insta a mirar más allá de nuestras propias fronteras y a reconocer nuestra interconexión. En una época de crecientes tensiones globales, conflictos y crisis, 1985 nos recuerda que la unidad y la empatía no son solo ideales, sino herramientas esenciales para construir un futuro mejor. El legado no es solo una canción, sino una prueba viva de que cuando las personas se unen por una causa común, pueden lograr cosas extraordinarias.
@marcosduranfl