domingo 13, julio, 2025

A LA BÁSCULA

¿Qué nos pasa?

Julián Parra Ibarra

En los años recientes, ha venido pasando un fenómeno en nuestro país, que hemos normalizado muchas cosas que no son normales, como ciudadanos nos hemos vuelto permisivos, demasiado laxos con nuestras autoridades, y en muchos casos, aunque sabemos que nos están mintiendo porque es muy burda la forma como lo hacen, a una gran mayoría no le importa, y prefiere guardar silencio, antes que protestar, levantar la voz y exigir a las autoridades, del nivel y del parido que sean. Aunque a la larga en el pecado llevemos la penitencia, y muchos de esos silencios, se nos pueden volver en nuestra contra.

Nos han contado muchos cuentos, y nos los tragamos, aunque sepamos que son eso, puros cuentos. O no me diga que desde siempre usted no se dio cuenta de que eran puras mentiras eso de que México tendría el mejor sistema de salud del mundo, igual que el de Dinamarca; no, perdón, ya después se nos aseguró que sería mejor que el de Dinamarca, cuando nuestro sistema de salud viene arrastrando la cobija desde hace muchos años pero se acentuó en el último sexenio, en el que de manera deliberada se provocó el agudizamiento de la falta de medicamentos y se desmanteló lo bueno que existía: la estructura del programa de vacunación que tantos países nos admiraban e intentaban replicarlo.

Un secretario de Salud inexistente, y un subsecretario protagónico, pero ineficiente, irresponsable y mentiroso, y al que por ello le ha premiado la actual administración.

Se creó un bodrio llamado Insabi y antes de que terminara la administración, se desapareció por ineficiente a pesar de los miles de millones que se tiraron en su creación y operación, pero no hay ningún responsable que haya pagado las consecuencias de ese enorme fracaso.

Con la llegada de una nueva alternancia en el gobierno federal se iba a terminar la corrupción, porque con un presidente honesto, la honestidad iría bajando, entonces debemos entender que el presidente no fue honesto porque los de ‘abajo’ no lo fueron. En esa administración se provocó en Segalmex, el más grande fraude en la historia del país por arriba de 15 mil millones de pesos, y con la creencia de que ‘muerto el perro se acabó la rabia’, mejor desaparecieron la dependencia y le tendieron a su director un manto protector. Tampoco aquí hubo responsables del desfalco. Impunidad pura.

En el primer año de gobierno de la administración pasada, se acabó el huachicoleo según se nos aseguró, y en lo que va de este gobierno han hecho decomisos mayores que en los seis años anteriores. Se iba a acabar con la violencia, y se cerró como el sexenio más sangriento de la historia moderna del país.

Se desmanteló la estructura democrática el país, se completó la estrategia del sometimiento de los otros poderes, se cerró el círculo de la militarización de la seguridad pública, se promovieron y aprobaron leyes que más tarde o más temprano, terminarán por limitarnos o hasta cancelarnos muchas de las libertades de los que ahora, y desde hace mucho, gozamos los mexicanos.

La cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México nos costó más de 10 mil millones de pesos. Se construyó el AIFA, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, pero sin claridad de información de sus finanzas que nada más no mejoran y operan con números rojos. Las quiebras de Pemex y la CFE, y un larguísimo etcétera.

Y como sociedad, ¿cuál ha sido nuestra reacción? El silencio, la pasividad, la inmovilidad, la permisibilidad, la laxidad . Por qué nadie o muy pocos levantan la voz.

Por qué, en qué momento, a partir de cuándo fue que perdimos nuestro sentido crítico, por qué ahora aceptamos todo lo que nos dicen, aunque sepamos que nos mienten. Hasta qué punto vamos a seguir permitiendo todo lo que los gobernantes quieran imponer, aunque muchas de esas medidas vayan en contra nuestra.

Con el paso del tiempo, ojalá que no nos arrepintamos, porque podría ser demasiado tarde.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

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