jueves 26, junio, 2025

Coparmex advierte que desaparición del Coneval afecta evaluación y rendición de cuentas en combate a la pobreza

Redacción|LaOtraPlana.com.mx

Ciudad de Mexico, Mexico.- La reciente aprobación en la Cámara de Diputados de la iniciativa que extingue al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y transfiere sus funciones al INEGI, representa un grave retroceso en la evaluación técnica, imparcial y especializada de las políticas sociales en México. En la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) rechazamos esta medida que elimina al único organismo capaz de evaluar, con rigor e independencia, la política social del Estado mexicano.

No se trata de una simple reestructuración administrativa; se trata de eliminar al evaluador para evitar cualquier resultado adverso. Desde su creación, el Coneval representó un referente técnico nacional e internacional. Sus informes revelaron progresos, pero también errores y retrocesos en los programas sociales. No es casual que haya sido blanco de descalificaciones por parte del gobierno anterior, especialmente cuando en 2021 documentó que 3.8 millones de personas más habían caído en la pobreza. Dos años más tarde, celebró una supuesta salida de 9 millones sin mencionar que, para entonces, el Coneval ya había sido debilitado.

Hoy, su desaparición completa confirma un patrón: borrar al árbitro que contradice el discurso oficial. Transferir sus funciones al INEGI implica confundir dos tareas distintas. El INEGI genera datos; el Coneval evaluaba políticas públicas. Una cosa es contar, otra es analizar impacto. La especialización del Coneval permitió identificar qué programas funcionaban y cuáles no. Eliminar esa capacidad técnica abre la puerta a decisiones sin fundamento, basadas en popularidad y no en resultados.

Lo que no se evalúa con autonomía, se convierte en propaganda. Asignar al INEGI un rol de evaluador de políticas públicas también compromete su función esencial como generador autónomo de información. Convertirlo en juez del desempeño gubernamental distorsiona su naturaleza técnica y lo expone a presiones políticas. Involucrarlo en valoraciones sobre políticas públicas lo aleja de su misión original: producir datos objetivos, confiables y con rigor metodológico.

Esa confusión de responsabilidades puede erosionar su credibilidad ante académicos, sectores productivos y organismos internacionales que confían en la imparcialidad y solidez de su trabajo En COPARMEX exigimos que se conserven íntegramente las metodologías, frecuencias y términos de referencia utilizados hasta ahora. Si los nuevos informes no son comparables, objetivos y transparentes, impedirán cualquier mejoría en la política social y lo denunciaremos públicamente. No aceptaremos simulaciones disfrazadas de evaluaciones. Medir la pobreza no puede convertirse en un acto de fe, ni en un instrumento de campaña.

Compartir en: