Guerra nuclear, un escenario
ALBERTO BOARDMAN
“El hombre es el único ser sensible que se destruye a sí mismo en estado de Guerra Mundial, el mundo ha experimentado diferentes episodios históricos que han mantenido en vilo la existencia, no sólo de la especie humana, si no de cualquier forma de vida sobre el planeta. Sabía usted, por ejemplo, que la bomba termonuclear denominada “Súper”, diseñada por Richard Garwin en 1952 ¿fue un prototipo con una potencia equivalente a la explosión simultánea de mil bombas como las lanzadas en Hiroshima? O que, ¿el ilógico e increíble crecimiento desmedido del armamentismo nuclear basado en la política de
“disuasión” llegó a niveles escalofriantes en 1967, alcanzando un máximo histórico de 31,255 bombas nucleares?
Sin el ánimo de generar más estrés del ya existente por los complicados momentos bélicos internacionales, pero como una interesante apuesta informativa, la recomendación de lectura de esta semana: “Guerra nuclear, un escenario” (editorial Debate, 2025), de la reconocida escritora y periodista
estadounidense de investiga ción, Annie Jacobsen, (finalista del Premio Pulitzer 2016), proporciona en sus antecedentes los datos ya referidos, que sirven de sustento para crear en lo subsecuente, segundo a segundo y en un escenario ficticio, cada uno de los momentos y etapas que sucederían ante el nunca
deseable lanzamiento de un artefacto nuclear.
«No existe ningún modo de ganar una guerra nuclear. Porque sencillamente, ocurre demasiado rápido», reflexiona la autora, describiendo con precisión los 72 minutos transcurridos a partir del lanzamiento de la amenaza, hasta los 24 meses siguientes, tomando en consideración las entrevistas realizadas a más de
40 fuentes oficiales y especialistas, entre los que destacan, asesores presidenciales, miembros de abinete, ingenieros, científicos, soldados y pilotos entre muchos otros.
«En el siglo XX los humanos crearon las armas nucleares para salvar al mundo del mal y ahora, en el siglo XXI, ese armamento está a punto de destruir el mundo. De reducirlo a cenizas”. Annie Jacobsen.
Somos lo que hemos leído y esta es palabra de lector.
