viernes 25, abril, 2025

DESDE MI ESCRITORIO

Francisco, el papa diferente

Héctor Reyes

Fue el primer pontífice latinoamericano, del continente americano y de todo el hemisferio sur. De hecho, el papa Francisco fue el primer no europeo en convertirse en obispo de Roma desde la muerte de Gregorio III en el año 741.

También fue el primer pontífice jesuita, y como tal intentó desde el momento de su elección privilegiar la sencillez que se le atribuye a la histórica orden fundada por San Ignacio de Loyola.

No había sido el favorito para suceder a Benedicto XVI, el primer pontífice en retirarse voluntariamente en vida en 600 años.

Al asumir su mandato, decidió recibir a sus cardenales de manera informal y de pie, en lugar de sentarse en el trono, rechazó la limusina papal e insistió en compartir el autobús que llevó a otros cardenales de regreso a casa.

Un año más tarde, Francisco, que con su nuevo nombre rindió homenaje a San Francisco de Asís, ya el mundo tenía los ojos puestos en él…

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 y fue el mayor de cinco hermanos. Sus padres habían huido de su Italia natal escapando del fascismo.

Le gustaba bailar tango y, como buen argentino, amaba el futbol. Era hincha del club San Lorenzo, una pasión que mantuvo toda su vida.

A los 21 años Bergoglio estuvo cerca de la muerte. Tuvo una infección respiratoria grave por la que debieron extirparle parte del pulmón derecho. Esto lo dejó vulnerable por el resto de su vida a las infecciones respiratorias.

Se graduó como técnico químico en la escuela secundaria, y trabajó como portero de un club nocturno y barrendero.

Luego consiguió empleo en una fábrica local, donde trabajó bajo las órdenes de la bioquímica y activista social paraguaya Esther Ballestrino, con quien inició una amistad que duraría años.

En los años 60, Jorge Bergloglio había dejado su trabajo como técnico químico para entrar en el seminario en la Compañía de Jesús.

Tras ser ordenado sacerdote en 1969, estudió humanidades y filosofía en Argentina, vivió en Chile y un breve tiempo en Alemania. Enseñó literatura y psicología en colegios jesuitas.

Ascendió rápidamente y en 1973 se convirtió en superior provincial de la orden que había elegido. 

Fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992 y seis años más tarde se convirtió en arzobispo.

El papa Juan Pablo II lo nombró cardenal en 2001 y asumió cargos en la Curia, el organismo que supervisa el funcionamiento de la Iglesia católica.

En todas esas instancias cultivó la reputación de hombre de gustos sencillos, que luego mostró como pontífice.

Tras su elección como Papa en 2013, varias personas confirmaron que trató de ayudar a quienes buscaron huir del país. Incluso se publicó un libro con testimonios titulado «Salvados por Francisco».

Jorge Mario Bergoglio subió al trono de San Pedro decidido a cambiarlo.

Para dar ejemplo, fue un Papa sin lujos que eligió no vivir en el Palacio Apostólico del Vaticano -que incluye a la Capilla Sixtina-, sino en la residencia de Santa Marta, al lado, donde vivía en un pequeño departamento de tres ambientes.

En distintas publicaciones comentan que los miércoles, cuando tenía la audiencia general, y los domingos, cuando rezaba el Ángelus, él almorzaba en el comedor de Santa Marta. «Pero no iba a la misma hora que almorzaban todos los prelados, sino una hora antes, con los mozos y los cocineros, y él mismo se servía su comida, como si fueran una familia».

Bergoglio también solía volar en clase económica y siempre que podía prefería usar la túnica negra de sacerdote a otros trajes.

Francisco será recordado por incentivar y privilegiar el diálogo, por su trabajo incansable para difundir la palabra de Dios, con visitas a más de 60 países en todos los rincones del planeta.

Unas voces dicen que es el Papa más importante en cuanto a reformas de la Iglesia desde Juan XXIII.

Es cierto que cuando asumió generó grandes esperanzas de reformas y decepcionó a mucha gente que pensaba que el proceso sería muy rápido, pero el tiempo de la Iglesia es muy distinto al que se vive fuera de los muros del Vaticano…

Fue un hombre humilde que practicaba lo que predicaba y que mantuvo la calidez y sencillez a pesar de ocupar lo que seguramente sea el cargo vitalicio más poderoso del planeta.

Fue un papa diferente.

Buen fin de semana, la frase: “La vida no te enseña a ser fuerte, te obliga a serlo”. ¡Ánimo!

X:_hreyes

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