“Escuchaba a los pobres.”
“Detestó el lujo y las joyas.”
“Fue un intelectual de mente
abierta.” Así identificaban al
Papa Francisco.
Jesús M. Moreno Mejía
Quedó cerrado un capítulo más de la historia del estado Vaticano, tras de ocurrir la muerte del papa Francisco, quien propugnó el ecumenismo religioso y cambios significativos en la Iglesia Católica, por lo que se puede afirmar que durante su pontificado logró corregir, en gran parte, el rumbo correcto de los
seguidores de la fe en Cristo.
Durante los últimos seis papados ha sido posible ver, gracias al mundo globalizado que vivimos, las turbulentas aguas que se mueven en el interior de la Iglesia Católica, tomando en cuenta los intentos de modernización que se ha intentado a partir del Concilio Vaticano II, entre altas y bajas, según el pontificado de cada uno de los últimos seis papas.
Comencemos por recordar quiénes fueron ellos: Juan XXIII, Angelo Giuseppe Roncalli, conocido como “El Papa Bueno”, cuyo pontificado estuvo vigente de 1958 a 1963, quien convocó la realización del Concilio Vaticano II en 1962, buscando renovar la Iglesia Católica y promover el ecumenismo; emitió la
encíclica “Pacem in Terris”, la cual se centra en la paz mundial y la necesidad de construirla sobre la verdad, la justicia, el amor y la libertad, para lo cual abogó de manera constante por la paz mundial y los derechos humanos durante su pontificado.
De 1963 a 1978, estuvo Giovanni Batista Montini, como Pablo VI, quien continuó y concluyó el Concilio Vaticano. Fue además el primer Papa que visitó diversos países de los cinco continentes, en su afán del diálogo inter religioso de la Iglesia.
Juan Pablo I, Albino Luciani, “El Papa de la Sonrisa”, ocupó el papado más breve de la historia moderna del Vaticano, pues murió en circunstancias extrañas a 33 días de haber sido nombrado pontífice, pues hay quienes dicen haberlo escuchado un día antes que revelaría al día siguiente los nombres de personajes
corruptos de la Curia Romana, pero ya no amaneció con vida. (“En nombre de Dios”, libro de David Yalop) Juan Pablo II, Karol Wojtila (el primer papa no italiano), 1978 a 2005, quien luchó por la caída del comunismo, hasta logarlo. Sufrió un intento de asesinato el 13 de mayo de 1981, en la Plaza de San Pedro, al dispararle un balazo el fanático turco, Ali Agca, resultando herido el pontífice en una mano, brazo y abdomen. Fue el Papa más popular de México, en virtud de haber visitado nuestro país en cinco
de sus 104 viajes a alrededor del mundo.
Benedicto XVI, Joseph Alois Ratzinger, de origen alemán, 2005 a 2013, originalmente fue considerado un teólogo liberal, pero luego adoptó puntos de vista conservadores a partir de 1968, abogó por el retorno a los valores cristianos fundamentales, a fin de contrarrestar la creciente secularización de muchos países occidentales. Renunció al papado alegando una «falta de fuerza mental y física» debido a su avanzada edad.
A consecuencia de lo anterior vino el nombramiento de Francisco, Jorge Mario Bergoglio, el primer papa jesuita y latinoamericano, nacido en Buenos Aires, Argentina, cuyo pontificado turbulento se caracterizó por una serie de cambios en el seno de la Iglesia, tratando de reformar a la institución más antigua del orbe en condiciones modernas y funcionales, teniendo en contra la oposición de propios y
extraños, que se vieron perjudicados sus intereses, para seguir el beneficio propio y de grupos tradicionalistas.
Francisco expresó desde un inicio sus ideas de reformar la burocracia central, teniendo como propósito principal erradicar la corrupción del Banco del Vaticano. Por otra parte, tuvo una marcada preferencia por los más desfavorecidos en mundo, obteniendo por ello altos niveles de popularidad en todo el mundo, incluyendo a los no creyentes.
Sus ideales eran los de un humanista, que estuvo siempre en contra de la guerra y a favor de la justicia social, y su último llamado a la paz y a la solidaridad global fue en su mensaje pascual, leído por monseñor Diego Ravelli, maestro de
ceremonias litúrgicas pontificias, señalando: “¡Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo.
Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes.”
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, resaltó el lunes 21 de abril en la “Mañanera del Pueblo”, la cercanía que el Papa tuvo con los más vulnerables del mundo, a solo 24 horas del fallecimiento del Papa Francisco, de la siguiente manera: “Fue un destacado humanista, un hombre que estuvo cerca de los más
humildes, y por ese motivo será recordado por católicos y no creyentes”.
¡Hasta la próxima!