martes 1, abril, 2025

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El agua de Saltillo: un debate convenenciero y superficial

Los temas serios de la agenda pública requieren discusiones serias para convertirse en ejercicios útiles al interés colectivo. Por desgracia, nadie parece interesado en aportar la dosis de seriedad requerida

Carlos Arredondo Sibaja

Rara vez -acaso nunca- los integrantes de nuestra clase política se esfuerzan por recrear discusiones públicas -sobre los asuntos públicos- dignas de tenerse en cuenta o útiles para el interés colectivo. Por regla general ocurre lo contrario: una exhibición patética de los ayunos intelectuales de quienes debieran representarnos con alguna dosis de dignidad.

Pero pues solo para eso nos alcanza y, como diría la inmortal Cristina Pacheco, “aquí nos tocó vivir”. O, agregaría quien esto escribe, echando mano de la voz popular, “nomás estos bueyes tenemos para arar”… no hay más.

No debe de extrañarnos, en vista de lo anterior, atestiguar la forma en la cual se está desarrollando la discusión en torno a la petición, sorpresivamente presentada por el Consejo de Administración de Agsal, para contratar un crédito por 150 millones de pesos destinado a financiar obras necesarias para aumentar el caudal inyectado a la red de distribución local.

La frivolidad absoluta. Pero de parte de todos.

Desde el bando oficial se yerra al recurrir a la estrategia a la cual se ha suscrito el grupo gobernante desde hace al menos tres sexenios: intentar a toda costa el control de la narrativa de los asuntos públicos a partir de escamotearle la información al público, siempre a partir de cálculos político-electorales.

Así, en lugar de ventilar el tema, promoviendo la participación más amplia de la ciudadanía en un asunto de incumbencia colectiva, se procura esconderlo, ocultarlo y “controlar” la información circulante, lo cual solo le tiende la mesa a los opositores sistemáticos a quienes se provee de argumentos para acusar opacidad y deslizar acusaciones sobre presunta corrupción.

Pero, por desgracia, desde la oposición el asunto no pinta mejor, pues en lugar de plantear la necesidad de discutir con seriedad el asunto, el morenismo comarcano se apresura a “posicionarse” con el conjunto de lugares comunes al cual recurre de forma sistemática y a la menor provocación: “estamos en contra de la privatización”, “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, “esto demuestra el fracaso del sistema” y bobadas así…

Ninguna sustancia, ninguna idea, ningún análisis serio. Porque padecemos una oposición política huera, desprovista de luces intelectuales, adicta solo a los likes y los “vius” de las redes sociales e incapaz de ponerse a leer y estudiar con seriedad los temas de la agenda pública.

¿Y la academia? ¿Y los expertos? ¿Y la sociedad civil organizada? Por el mismo rumbo: concentrados en la epidermis, ignorando el núcleo del problema y empujando una discusión útil solamente para quienes sí obtienen ganancias -pues las hay- en el río revuelto.

Digámoslo con toda claridad y sin ambigüedades: lo de los 150 millones del préstamo es lo de menos. Ni siquiera es una cantidad significativa, ni compromete el patrimonio colectivo, ni hipoteca ningún futuro. Centrar la discusión en el monto del crédito implica asumir el papel de tonto útil.

Desde luego: para usted y para mí, 150 millones de pesos es una cantidad exorbitante, astronómica, casi inimaginable. Pero no en el contexto del presupuesto público. Sólo para dimensionar: el Gobierno de la República gasta 150 millones de pesos, cada hora y media, en el financiamiento de los “programas del bienestar”.

O, si a usted le gustan los ejemplos más cercanos, el distribuidor vial “El Sarape” nos costó mil 600 millones, es decir, casi 11 veces el monto del crédito pretendido por Agsal.

Entonces, ¿nada hay por discutir aquí? No: ¡mucho e importante hay para recrear el debate! Pero la discusión debe girar en torno al núcleo del asunto. Y eso es el futuro de la ciudad y la forma en la cual se garantizará la disponibilidad de agua para quienes la habitamos, lo cual va mucho más allá de la existencia de una solicitud para contratar un crédito por una cantidad realmente insignificante.

Seguiremos en el tema.

¡Feliz fin de semana!

@sibaja3

carredondo@vanguardia.com.mx

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