martes 4, marzo, 2025

A LA BÁSCULA

Ofrendas al Tío Sam

Julián Parra Ibarra

La deportación, entrega o expulsión de 29 narcotraficantes, que estaban presos en diferentes cárceles de México, y que nuestro país ofreció como ´regalo’ al gobierno de los Estados Unidos en las horas previas a la reunión que sostuvo el gabinete de seguridad en pleno, de México, con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, ha abierto más dudas e interrogantes, que las que haya logrado despejar.

En un principio, el gobierno mexicano manejó como deportaciones el envío de 29 de los narcotraficantes más icónicos, de los que estaban recluidos en prisiones mexicanas, pero cuando especialistas disectaron la versión y las layes en la materia de nuestro país, y encontraron que no se habían cubierto las reglas más básicas elementales de la extradición, las versiones del gabinete de Seguridad –que lo integran los titulares de la secretaría de Seguridad Pública federal, de la Defensa Nacional, de Marina y de la Fiscalí8a General der la República-, cambiaron por la de ‘envíos por motivos de seguridad nacional’, ya que según ellos, jueces mexicanos estaban a punto de liberarlos.

Alejandro Gertz Manero, el Fiscal que en la actual administración ha trabajado más que en todo el sexenio pasado en el que era mera figura decorativa, que todo partió de una solicitud del gobierno estadounidense, ‘con nombres y apellidos’, pero que todo estuvo dentro del respeto a la ‘soberanía mexicana’.

Para realizar la ´pizca’ de narcos de diferentes cárceles mexicanas, el gobierno desplegó según versiones periodísticas, más de 3 mil 500 elementos de la Marina, la Defensa Nacional y de la secretaría de Seguridad Ciudadana, y se emplearon 342 vehículos y 20 aeronaves.

La ofrenda mexicana -que incluyó a narcos tan codiciados por el gobierno norteamericano para someterlos ante sus leyes, a personajes históricos como Rafael Caro Quintero, o tan sanguinarios como los Z 40 y 42- en las horas previas a la reunión con el secretario Rubio, fue negada por la delegación mexicana como ‘moneda de cambio’ en las negociaciones por la aplicación de aranceles a nuestro país, lo que parece ser que será inminente, y en vano por parte del gobierno mexicano por agradar al presidente norteamericano, Donald Trump.

Después de este operativo sin precedentes en la historia de nuestro país, queda la duda de ¿por qué actuaron hasta que se sintieron presionados y obligados a actuar, por las amenazas del vecino del norte? Lo que nos demostraron a los mexicanos es que sí pueden actuar y combatir a los grupos del narco, y que, si no lo habían hecho, es porque no querían. O sea, pueden, pero solo cuando ellos quieren – o cuando se sienten amenazados por el presidente de Estados Unidos-.

Y luego del regreso a nuestro país en la conferencia del gabinete de seguridad, el secretario de Seguridad Omar García Harfuch, hizo una declaración que no suena a lógica por donde quiera que se le quiera ver: Que la decisión de enviar por motivos de seguridad a 29 capos, fue una ‘decisión colegiada’ y en la que nada tuvo que ver “la señora presidenta de la república’.

O sea ¿cómo? Lo que nos tratan de decir es que la presidenta ¿no estuvo enterada de lo que estaba haciendo su gabinete de seguridad, que no fue informada, y que no tuvo participación en la decisión? Más bien parece una burda declaración como para exculparla ante los grupos del narco por la entrega de sus ex o jefes de los grupos de narcotraficantes. Como cuando la entrega, secuestro o detención del Mayo Zambada que en todo momento y desde los foros que quisieran escucharlo, el ex presidente –de cuyo nombre no quiero acordarme-, insistía que el gobierno que él encabezaba no había tenido nada que ver. Siempre sonó que la versión era a manera de disculpa para no hacer molestar al ‘Señor Zambada’. Hoy se percibe lo mismo.

El problema después de este ‘envío por motivos de seguridad nacional’, tan oficioso de parte de nuestro gobierno, refrendó la idea del gobierno de Donald Trump que a la menor presión, el gobierno mexicano cede de inmediato: Envió las 10 mil efectivos a nuestra frontera norte para disminuir –y casi extinguir- el paso de los indocumentados a territorio estadounidense; los decomisos de droga, destrucción de laboratorios donde se fabrican las drogas sintéticas, en especial el tan temido fentanilo, y la captura de figuras clave en los grupos del narco –sobre todo del ala de los Chapitos en el Cártel de Sinaloa- como el Jano, el Güerito y el 200 entre otros, es algo que no era muy común ver en México; de hecho, pareciera ser que en un semestre, el actual gobierno ha tenido más logros y avances que en 5 años y 10 meses de la administración pasada.

La parte positiva de la presión y amenazas de Donald Trump, y que México ceda tan pronto y tan fácil, es que este gobierno es capaz de entregarles como ‘ofrenda’ a gobernadores señalados por vínculos con el narco, como el sinaloense Rubén Rocha Moya, o el tamaulipeco Américo Villarreal, o ex gobernadores de todos los partidos, que juntos hacen una buena bolsa, apetecible para el Tío Sam.

laotraplana@gmail.com

X= @JulianParraIba

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