El día ‘D’
Julián Parra Ibarra
Finalmente, como dice el lugar común, no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, y el tan temido ‘Día D’ llegó con el arribo de Donald Trump por segunda ocasión a la presidencia de los Estados Unidos, y todo lo que ello implica para muchos países en el mundo, sobre todos los de Latinoamérica, y especialmente para nuestro país.
Aunque la presidenta mexicana ha decidido ir con tiento tras la toma de posesión de Trump, a quien felicitó por ello a través de las redes sociales, y escribió que “como vecinos y socios comerciales con Estados Unidos, el diálogo, el respeto y la cooperación siempre será el símbolo de nuestra relación”, se mantiene atenta a las acciones que emprenda el mandatario norteamericano, y en calidad de mientras, mantiene encendidos los focos amarillos y la mano muy cerca para oprimir la alarma en caso que sea necesario, porque sabe que en cualquier momento eso podría suceder.
En su toma de posesión, Trump puso los puntos sobre ciertas ‘íes’ que tienen que ver con nuestro país, entre las que incluye la tan temida declaratoria como organizaciones terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, con todo lo que ello podría implicar.
En su primer discurso como nuevo presidente de los Estados Unidos, Trump anuncio la declaración de emergencia para su país, en la frontera con México, con lo que busca frenar la inmigración ilegal. Sentenció que deportará a millones de ‘extranjeros criminales’ y que promoverá la restauración del famoso programa ‘Quédate en México’, para que los migrantes se queden en nuestro país en tanto en el vecino país del norte les den una resolución de su calidad migratoria. Y, habrá de ordenar el envío de tropas a su frontera con nuestro país.
Entre otras medidas, como la cancelación de las citas migratorias, se ha puesto énfasis en la eliminación del derecho a la ciudadanía por nacimiento; esto es, que el hecho de haber nacido en territorio norteamericano, al ser hijos de padres en situación migratoria irregular, les hará perder la ciudadanía ‘en automático’ como venía ocurriendo.
En México se ha generado una gran inquietud y preocupación por todo lo demás que se pueda venir con la llegada de Trump a la presidencia norteamericana, sobre todo luego de la andanada de amenazas lanzadas desde la campaña: la aplicación de aranceles a los productos mexicanos que vayan al mercado de Estados Unidos, si el gobierno de nuestro país no frena el paso de migrantes por nuestro territorio y que se sitúen en la frontera norte; y si no detienen la fabricación y el paso de fentanilo al territorio norteamericano.
Por supuesto que genera una gran preocupación el hecho de que decrete como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos, porque con ello se concede a sí mismo el derecho de combatir a los narcos mexicanos, aún en nuestro territorio, lo que podría incluir, lo ha dicho en varios momentos, una eventual incursión militar hacia nuestro territorio.
Conforme a lo que corresponde a un líder, que tiene que transmitir seguridad y tranquilidad en momentos de crisis, Claudia Sheinbaum ha tratado de mandar un mensaje verbal y gestual, de calma, de que nuestro país está preparado para enfrentar la situación que se presente, pero que habrá que esperar primero ver las decisiones que se vayan tomando desde la Casa Blanca.
Pero el hecho de que sea su deber transmitir un ambiente de tranquilidad, no le impide tomar las providencias del caso para hacer frente a todas las amenazas que se ciernen sobre cielo mexicano. La mandataria mexicana sabe que el gobierno federal, solo, no podrá resolver la problemática si esta se presenta.
Por ello en el caso de las eventuales deportaciones masivas, ha tenido que estar cercana y en permanente contacto con los gobernadores de los estados fronterizos, para atender la emergencia y evitar en un momento dado una crisis humanitaria en la frontera mexicana, pero también se requiere de la participación de los mandatarios locales en el resto de los estados, por si se requiere de repatriaciones de migrantes a sus países de origen, y eso conlleva una enorme logística.
Gobernadores de todos los estados y alcaldes de todos los municipios del país, más allá de colores, siglas o partidos, serán también un gran apoyo si se llegase a presentar una eventual incursión en nuestro territorio, para combatir a los cárteles de la droga. Por ello, no fue casual la reciente reunión que tuvo la presidenta con gobernadores y alcaldes, histórica en el corto mandato ‘cuatrotero’, y un acercamiento impensable en tiempos de ya sabe usted quién, y de cuyo nombre no quiero acordarme.
En momentos de grandes amenazas, es la unión de todos los mexicanos lo que nos puede ayudar a salir adelante. Y eso, creo que lo tiene muy claro la presidenta Sheinbaum.
X= @JulianParraIba
