sábado 16, noviembre, 2024

LA CAUSA DE LO CAUSADO

Luis Alberto Vázquez Álvarez

Considerada para un gran sector de la población mexicana como el principal problema nacional, la violencia que genera inseguridad pareciera no tener fin, algo que alegra a los conservadores que la utiliza como ariete contra el gobierno de sus enemigos políticos que los aplastó en todas las elecciones y decisiones legislativas recientes. Planteada como “generación espontánea” o como complicidad con el partido en el poder, aunque las pruebas muestran que son más fuertes las cadenas con el principal partido de oposición, no se buscan las causas primeras y fundamentales de ella como lo pidieran Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, simplemente gritan grotescamente, pero sin propuestas para solucionarlo.

De acuerdo con la ciencia económica; la oferta existe para satisfacer las necesidades y deseos de las personas; dicho más precisamente, es la demanda la que provoca que los productores creen productos o bienes para entregarlos a quienes los “gustan”, los buscan y finalmente los adquieren.

Vayamos a ejemplos específico; ¿Cuánto hace que no adquieras una cinta para máquina de escribir, o un disco de acetato de música o canciones, o cintas VHS con películas de moda o rollos fotográficos? ¿Qué sucedió? ¿Qué no causaban furor esos artículos hace apenas unos años? ¿Por qué ya no hay oferta de estos?

Hagamos una brevísima investigación deductiva: vayamos de lo general a lo particular: Según especialistas sociales, un ochenta por ciento de los homicidios dolosos de esa violencia social que nos aterra, tiene como causa principal al narcotráfico; producto de una eterna lucha por el dinero y el poder. Seamos honestos, Este es un problema mundial, México no es una isla; es más ni siquiera es exclusivo de Norteamérica; en Europa el problema también es grave, España con su Vox ultraderechista principal promotor del fascismo que quieren exportar a Latinoamérica, en Alemania con sus neonazis, obtienen recursos con esa actividad.

Si existe oferta de narcóticos y drogas ilegales es porque hay quienes les gustan, pagan por ellas, las consumen y quieren seguir deleitándose con ellas, cuesten lo que cuesten. Existen lateral a este destructivo satisfactor, múltiples oferentes quienes están dispuestos a todo, absolutamente a todo para seguir siendo los proveedores de esos “clientes. Se armarán, lucharán entre ellos y contra autoridades para mantener su mercado: (suena a perogrullada, pero hay quienes niegan esta malévola relación). Suele suceder que el abastecedor es simple intermediario, pero puede coincidir con el carácter de cultivador y eso le da más fortaleza económica, política y armamentista.

Entonces pues, la causa de la violencia está ubicada en las drogas, en su producción y distribución y que esos negocios ocurren porque hay quienes la reclaman. La pregunta es ¿Dónde están los demandantes?; la inmensa mayoría habita en Estados Unidos de América, solamente un 10% en México; así pues, el problema principal es…

Trump recién reelecto presidente de EUA ha engañado a sus votantes amenazando a México con un muro que jamás culminará y la razón principal está en la ley económica, repitamos una vez más: si hay quien lo produce es porque hay quien lo consume y esos son los americanos de USA, entonces allá debería darse el mayor combate a este dispendio que es causa de la violencia entre quienes la ofertan.

Se han producido documentales con información precisa y concreta de los millones de drogadictos que deambulan como zombis en barrios de ciudades de Norteamérica y que, en caso de que realmente se impidiera que les llegaran las drogas de todo tipo que consumen, habría más violencia de la ya existente y casi una guerra interna. Por ello es imposible que el narcotráfico pueda realmente erradicarse. Las luchas en su contra son parodias calderon-lunistas; sus principales aliados son la DEA y demás policías gringas que hacen como que hacen, pero que en realidad apoyan y hasta protegen, por ello no quieren que en México exista un poder judicial que sea genuinamente castigue a los delincuentes. Se detienen, juzgan y condenan a grandes líderes delicuenciales, pero ellos son como la Hidra de Lerna: por cada cabeza que cortan surgen diez. Debido a ello, y lo saben muy bien, pueden cortar mil para quedar bien con sus votantes, pero de ahí a combatir auténticamente el consumo que está en su propio jardín, jamás.

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