jueves 14, noviembre, 2024

CAPITALES

Francisco Treviño Aguirre

Trump y América Latina: el impacto de su segundo mandato en la región

La reciente victoria de Donald Trump para un segundo mandato presidencial ha despertado preocupaciones en América Latina, especialmente en México y Brasil, los socios más relevantes de Estados Unidos en la región. Con un enfoque renovado en políticas proteccionistas bajo el lema «Estados Unidos Primero», Trump plantea retos significativos para las economías latinoamericanas, que dependen en gran medida del comercio y las remesas procedentes de EUA.

Uno de los impactos más relevantes de la reelección de Trump es el posible establecimiento de aranceles sobre los productos mexicanos, lo cual podría repercutir severamente en la economía mexicana. Con exportaciones que sumaron más de 780 mil millones de dólares en 2023, México depende en un 80% de su mercado estadounidense. Si se aplican estos aranceles, el comercio entre ambas naciones se vería afectado, lo que podría generar inflación en ambos países: los consumidores estadounidenses enfrentarían precios más altos, mientras que México sufriría una contracción en sus exportaciones y, en consecuencia, un debilitamiento económico. Adicionalmente, las políticas de Trump podrían provocar una devaluación del peso mexicano, exacerbada por el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos. Estos incrementos, destinados a controlar la inflación interna, podrían desviar inversiones internacionales de América Latina hacia el mercado estadounidense, reduciendo la entrada de capital a la región y profundizando su vulnerabilidad financiera.

En cuanto a la política migratoria, la retórica de Trump sugiere un endurecimiento en las deportaciones, lo cual afectaría los flujos de remesas, un sustento crucial para millones de familias en países como México, Honduras y El Salvador. Las remesas representan hasta un 20% del PIB en El Salvador y un 3.5% en México. La disminución de este recurso financiero sería devastadora para las economías familiares, y las deportaciones masivas podrían sobrecargar la infraestructura de los países receptores, generando un ciclo de pobreza y vulnerabilidad social.

No obstante, en el contexto de la tensión comercial entre Estados Unidos y China, México sigue siendo atractivo para el nearshoring gracias al USMCA y a los costos laborales competitivos. Este fenómeno de reubicación de industrias hacia México ha beneficiado a sectores como el automotriz y la electrónica, con empresas como BMW, Tesla, y firmas chinas como BYD y SAIC considerando expandir sus operaciones en el país.  Sin embargo, este crecimiento en el nearshoring enfrenta ciertos desafíos en México, como el alza en los costos laborales y la falta de trabajadores calificados en las regiones industriales del norte. Las políticas de incremento al salario mínimo han impulsado la rotación laboral, y la competencia por el talento está obligando a las empresas a mejorar sus condiciones laborales. Aunque México mantiene una ventaja en costos frente a EUA., la brecha con otros países asiáticos se está reduciendo, lo cual podría comprometer su competitividad en el largo plazo.

En conclusión, la reelección de Trump podría representar tanto una amenaza como una oportunidad para América Latina. Por un lado, su enfoque proteccionista y sus políticas agresivas de deportación podrían erosionar las economías locales, provocando inestabilidad en la región. Sin embargo, los líderes latinoamericanos podrían ver en esta situación una oportunidad para fortalecer la cooperación regional y redefinir sus posiciones globales, apostando por una mayor independencia de la hegemonía estadounidense.

X: @pactrevinoag

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