viernes 22, noviembre, 2024

DOGMA DE FE

Trump y la guerra comercial que viene 

Marcos Durán Flores

Durante siglos, el principio organizador de las civilizaciones ha sido la Guerra, que ha tenido de fondo motivos comerciales. Los grandes imperios de la historia, como el Romano, Mongol, Español y Británico, basaron su desarrollo y expansión sobre la base de la guerra y a la concentración de territorios para explotarlos comercialmente. La Guerra de Independencia en los Estados Unidos, tuvo como motivo una batalla entre británicos y franceses por los productos básicos y las rutas comerciales. 

Otro ejemplo fue la invasión británica en la India que comenzó con Compañía de las Indias Orientales en el siglo XVII, tomando los derechos comerciales que los mongoles les habían cedido, acción que fue aprovechada por los ingleses que, ante un Imperio Indio que se debilitaba, lo invadieron para hacerse del control de materias primas como especias, textiles, piedras preciosas y opio.

La guerra del Opio entre chinos e ingleses, acontecida en los años de 1839 a 1842, no fue más que la reacción de los británicos a la negativa de los chinos de que siguieran importando esa droga su país, lo que significaba la perdida de importantes ingresos para el Imperio británico.

La Guerra Civil estadounidense, que se centró en la abolición de la esclavitud, tenía en realidad la demanda de algodón y otros productos agrícolas, que habían causado dado una extrema dependencia de las economías de los estados sureños en esos productos. El algodón superaba ampliamente al suministro debido al bloqueo de la Unión, y la confederación emitió bonos comprados por instituciones europeas que tenían una característica convertible que les permitía canjear por oro o un volumen fijo de algodón, convirtiéndolos en el favorito de los comerciantes especulativos. Después de la guerra, los Estados Unidos se negaron a honrar cualquier deuda de los confederados.

Antes del ataque del Japón a Pearl Harbor, fue precedido por el embargo que los Estados Unidos y otras naciones habían hecho al Imperio japonés para no suministrarles más petróleo, el metal y los activos de productos alimenticios en el sur de Asia. El ataque de Pearl Harbor fue el esfuerzo de Japón para sacar a los EE. UU. de la guerra y acceder a productos básicos.

Al principio de la Segunda Guerra Mundial, Alemania y Rusia firmaron un pacto de no agresión. Sin embargo, a medida que la guerra progresaba en Alemania, se hizo cada vez más difícil obtener petróleo, así que decidieron invadir Rusia para tener acceso a los granos del Ucrania y al petróleo ruso. 

En 1990, después de que Irak acusó a Kuwait de robar su petróleo, invadió ese país como un intento de obtener el control sus reservas de petróleo, frenar su producción petrolera y con eso aumentar los precios del petróleo mundial para poder pagar la deuda que acumuló al financiar su guerra con Irán. La reacción de Estados Unidos de declarar la guerra a Irak, fue por controlar el petróleo de ambos países.

Usted lo sabe, la primera intervención francesa en México, la famosa “Guerra de los Pasteles” fue la reclamación de un ciudadano francés de apellido Remontel, que acusaba al gobierno de Santa Anna que en 1832, un grupo de oficiales del ejército se habían comido unos pasteles sin pagarlos, por lo cual demandaba una indemnización. La respuesta de Francia fue la invasión a México. Los pasteles fueron la excusa para controlar la economía mexicana.

Hoy la nueva tensión comercial ha salido nuevamente de Donald Trump, que hoy ganará las elecciones en los Estados Unidos y ha amenazado con iniciar su propia guerra comercial en contra de México. «Ya amenazo a Stellantis diciéndoles Díganle a Stellantis que si planean mudarse les cobraremos un arancel del 100% sobre cada automóvil… y no se moverán» y ya antes había hecho lo mismo con John Deere a quién advirtió con disparar aranceles a sus productos si traslada producción a México. El republicano amenazó al gigante de maquinaria agrícola con imponerle un arancel del 200 por ciento. Ambas empresas tienen sus principales centros de manufactura en Coahuila. Estastensiones geopolíticas amenazan a Coahuila y a México, y nada bueno puede surgir de este nuevo episodio, pues tal y como lo aseguraba Hitler: “Cuando se inicia una guerra, lo que importa no es tener la razón, sino conseguir la victoria”

@marcosduranfl 

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