Redacción|LaOtraPlana.com.mx
Saltillo, Coahuila.- Para celebrar el 67 Aniversario de la Universidad Autónoma de Coahuila, en el Paraninfo del Ateneo Fuente se presentó la Ópera “El Barbero de Sevilla” de Gioachino Rossini” que organizó la Coordinación General de Difusión y Patrimonio Cultural, en colaboración con el Instituto Municipal de Cultura y el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.
A la Gala asistieron el secretario de Gobierno de Coahuila, Oscar Pimentel González; en representación del rector de la UAdeC, Octavio Pimentel Martínez, el tesorero, Evaristo Alférez Rodríguez; el coordinador de Difusión y Patrimonio Cultural, Félix Ibarra Linares; la directora municipal de Cultura, Leticia Rodarte Rangel; el cronista de la ciudad, Armando Fuentes Aguirre “Catón”, funcionariado de la administración central, directivos de Escuelas y Facultades de la UAdeC, comunidad universitaria y público en general.
El público pudo disfrutar de una ópera cómica que cuenta la historia de un joven noble, el Conde Almaviva, quien se enamora de Rosina, una joven que vive bajo la estricta supervisión de su tutor, el Doctor Bartolo; el Conde, con la ayuda de un astuto barbero llamado Fígaro, idea una serie de planes para acercarse a Rosina y conquistar su amor.
La trama gira en torno a las travesuras y engaños de Fígaro para ayudar al conde a burlar la vigilancia de Bartolo, quien también está interesado en casarse con Rosina, principalmente por su fortuna; la ópera está llena de humor, intriga y situaciones cómicas, acompañada por la vibrante y brillante música de Rossini, el estreno (bajo el título Almaviva, o la precaución inútil) tuvo lugar el 20 de febrero de 1816, en el Teatro Argentina, Roma.
El elenco de solistas de esta presentación estuvo conformado por Enrique Guzmán como el Conde de Almaviva; Tamar Hernández como Bartolo; Aimée Tamayo, como Rosina; Alejandro Paz como Fígaro; Juan Antonio Ortiz como Basilio; Cassandra Mimiaga como Bertha y Eduardo Canela como Fiorello.
Así como la interpretación musical fue enriquecida con la participación del coro masculino de la Compañía de Ópera de Saltillo y la Orquesta de Cámara de Monterrey; mientras que la dirección escénica estuvo a cargo de Rodrigo García Arroyo, la producción a cargo de Rafael Blázquez y la dirección concertadora a cargo de Alejandro Reyes-Valdés.