Ciencia y guerra
“Una economía vibrante depende de al menos una de las siguientes cosas: el afán de lucro; la guerra en el mundo; o la guerra en el espacio”. Neil deGrasse Tyson
ALBERTO BOARDMAN
Durante las últimas semanas la noticia internacional ha mantenido su epicentro en torno a la acentuación del conflicto bélico mundial. Y en este contexto, la historia nos ha demostrado que nunca hay que desestimar la capacidad destructiva del ser humano, que entre todos los fenómenos que involucra, posee una antiquísima relación de complicidad: la ciencia y la guerra. La astronomía no se excluye de esta alianza, aunque aparenta ser una disciplina inofensiva, desde tiempos remotos se ha utilizado para batallas, asedios, embustes y manipulaciones.
Fiel a su empeño de divulgar la ciencia, el astrofísico Neil deGrasse Tyson, conocido como sucesor de Carl Sagan en la narración del programa “Cosmos”, junto con la historiadora Avis Lang, publicaron el libro: “Ciencia y guerra”, editorial Paidós (2019), que expone una interesante interacción entre astronomía, tecnología y guerra.
El poder espacial radica en el conocimiento, la capacidad y voluntad para realizar acciones más allá de los límites de la atmósfera y en ese sentido, la obra explora el uso bélico de la astronomía desde la antigüedad con su aplicación para la localización, orientación o predicción meteorológica, hasta la revolución tecnológica con instrumentos que modificaron nuestra capacidad de observación: telescopios que revelan los secretos del firmamento, satélites capaces de producir ataques cibernéticos, e incluso, el desarrollo de teorías acerca de la fusión nuclear y la detección multiespectral.
La ciencia por su parte, se ha visto incompetente de establecer los rangos de alcance de sus propios descubrimientos. No existe conocimiento inofensivo, las amenazas se encuentran ahora más allá de lo que nuestros ojos pueden observar. En contraste, la obra de Tyson y Lang proclama con cierta esperanza la necesidad de que las naciones sean capaces de crear acuerdos que estimulen la capacidad de cooperación y así en lugar de destruir, lograr la supervivencia del planeta.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.