Raúl Adalid Sainz
Viví año y medio en Nueva York. Me di el gusto de trabajar como actor en una compañía de teatro: «El Repertorio Español Theater». El último día que estuve en la gran urbe de hierro, lo pasé ahí, en este lugar que señala la foto: «Battery Park».
Era como una despedida de Manhattan. Ahí mis ojos vieron por última vez el impresionante Río Hudson que colinda con el mar y transfigurarse en vistas como La Estatua de la Libertad y Ellis Island. Ahí contemplé serenamente New Jersey.
Una gran compañera actriz me acompañaba, la querida Mónica Steur. Este recuerdo vino a mí porque junto a ese parque estaban las torres gemelas. Un once de septiembre de 2001 aquellas gigantas desaparecieron. Ese año de 1997 de mi despedida newyorkina, nunca imaginé que mis ojos las atesorarían como piezas de museo resguardadas en las vitrinas de mi memoria.
Ahí junto a ellas estaba una estación del metro; «Bowling Green». Mónica tomó ahí su ruta de dirección, yo la mía, y nos dijimos adiós, aún recuerdo su sonrisa, era esa risa, de: ¡fue lindo conocerte! Tomé el subway del adiós newyorkino y hasta la fecha no he vuelto a ese lugar llamado la gran manzana, que tanta vida me enseñó.
Hoy, once de septiembre del 2024, a veintitres años de la desaparición de los sendos rascacielos, reparo que siempre que veía hacia aquellas torres gemelas, recordaba a «King Kong» cuando saltaba de una torre a otra. Huía de los helicópteros que lo acribillaban, llevando celosamente en su mano a su amada Jessica Lange. El recuerdo era hacia el remake del gran gorila en su segunda versión.
Hoy, simplemente cierro los ojos, y vuelvo a ver desde la Ciudad de México, a esa gran señora newyorkina.
¡Que Dios la vida me dé para volver a ver y sentir, lo que un día viví!
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan