Enrique Martínez y Morales
Septiembre
Septiembre ha sido bautizado como el mes de la patria. Es cuando solemos exhibir nuestra bandera y decorar nuestras casas con motivos tricolores. La fecha central es la noche del 15, cuando damos el Grito previo al asueto del 16, registrado como el día del inicio de la guerra de Independencia.
Celebramos el acontecimiento con eventos cívicos, bailables y, sobre todo, con la gastronomía. Ya los restaurantes compiten por ofrecer el mejor chile en nogada y en casa preparamos más mole, pozole y antojitos que de costumbre, los cuales, por cierto, tienen como ingrediente básico el maíz, alimento mexicano por excelencia, que celebra su día nacional el 29.
Hay otras fechas patrióticas durante el mes. El 13 recordamos la gesta heroica de los Niños Héroes, cuando con su vida defendieron el Castillo de Chapultepec, último reducto de la resistencia nacional contra la invasión norteamericana. También fue un día 15 de septiembre, en 1854, cuando por primera vez se entonaron públicamente las notas de nuestro glorioso Himno Nacional.
El día 30 conmemoramos el natalicio de uno de los grandes héroes nacionales, cuya tenacidad, entereza y capacidad estratégica fueron indispensables para concluir el proceso de Independencia: José María Morelos y Pavón.
El 19 recordamos con tristeza e impotencia el temblor del 85, y su segunda versión en el 2017, y le damos la bienvenida al otoño el 21. También en septiembre iniciaron funciones formalmente algunas instituciones, orgullo de México, como la UNAM el 22 o el Museo Nacional de Antropología, el 17.
Pero no todo en septiembre es para recordar, conmemorar o celebrar. También hay una campaña que nos invita a actuar: “Septiembre, mes del testamento”. Es un esfuerzo por promover la suscripción de dicho documento en todo el territorio nacional. En Coahuila, es digno de reconocer el esfuerzo que hacen los notarios en coordinación con el Gobierno del Estado para ofrecer trámites de testamento de forma eficiente y a muy bajo costo.
Ser ciudadanos responsables no solo implica pagar nuestras contribuciones puntualmente, no tirar basura en las calles o respetar los reglamentos viales, sino también hacer testamento, no solo por el bienestar de nuestra familia, sino de la sociedad en general.
Que septiembre sea un mes para celebrar y para actuar. Gritemos el 15 a todo pulmón, comamos antojitos, usemos sombreros y, sobre todo, hagamos testamento. Es la mejor forma de demostrarle el amor a los nuestros.