viernes 20, septiembre, 2024

El teatro del propio teatro

(Bitácora de un viajero en medio de «Pequeñas Infidelidades»)

Raúl Adalid Sainz

El alma y el cuerpo del actor se siente cansada. Al despertar, después de todos los ascensos, la espalda está dura, las articulaciones no en el orden. La mente se revolucionó, ese actor hizo un viaje a la ficción. Su imaginación, su ser entero creyó en algo que no era cierto. En un remedo de la realidad. Sin embargo, para él fue el total de todos los totales. La compañera cómplice de aquel actor fue una acompañante fiel de todos los instantes. Su fuerza de mirada en ser poseyó todo el escenario. Alejandro y Emma, Emma y Alejandro, se revelan cada vez más por el deseo de su vida.

Ayer una función de esas llamadas catárticas. La gente, nuestros espectadores, se veían contentos. Esa es la mejor experiencia para un actor. Algo, de un mensaje urgente fue comunicado. Esa es su única misión. Lo demás, ego maldito y discordante. Víctor Carpinteiro, querida luz al barco por el mar en la tormenta. Nuestro director de mi querida y talentosa Ángeles Marín y de éste que hoy escribe.

Ayer, un recuerdo, pero vivo a la cesta de la conformación. Por cierto, sentí un gusto enorme volver a ver al querido y talentoso periodista Alfredo Gudinni, a mi admirado actor Arturo Beristáin, quien por cierto me dio un lindo regalo diciéndome que había comprado mi libro «Historias de Actores», recientemente. No sé dónde lo encontraría pues el ejemplar está agotado. Un halago muy grande el recibido por ese gran actor. Un aliento. Ser generoso el del gran Arturo. Inevitable, siempre que lo veo me recuerda tres de sus grandes películas: «El Castillo de la Pureza», «Cuartelazo», y «La Otra Virginidad».

Gusto enorme ver a mi amigo director de cine Jaime Ruiz Ibáñez y a la querida Maite. La alegría de los actores Gaby Barajas, y Agustín Ocegueda, desde Guadalajara. La sensibilidad de actriz de Iliana Donatlan, de Sandino. Saber que estuvo entre el público, el buen humor de la experiencia hecha camino, del periodista, buen amigo además, Victor Hugo Sánchez. Gracias Víctor.

En fin, me gusta escribir lo que le pasa a mi ser de actor. Mi parte de escritor lo murmura. El tema elige a quien quiere escribir. Nunca es al revés.

Vengan, asómense al mundo de «Pequeñas Infidelidades», de Mario Diament. La cita es, en «El Círculo Teatral», próximo domingo, por única ocasión, 19 horas. Veracruz 107, Colonia Condesa.

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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