ALBERTO BOARDMAN
Paul Auster
“Lo que he tratado de decir en muchas de las cosas que he escrito es que cualquier cosa le puede pasar a cualquiera, en cualquier momento». Paul Auster.
La literatura de Paul Auster tiene la peculiaridad de encontrarse por primera vez en nuestro camino por azar, y luego de involucrarnos en la urgente contingencia que caracteriza sus argumentos y personajes logra instalarse en nuestra biblioteca personal de manera permanente.
Apenas unos días después de su cumpleaños número 77 el pasado 3 de febrero, se publicó en español la que sería su última novela: “Baumgartner”, que escribiría durante su difícil tránsito por el cáncer de pulmón que padecía desde 2022 y que finalmente, el pasado 30 de abril cobró la vida del laureado escritor estadounidense.
“Baumgartner” aún se encuentra en la lista de lecturas pendientes, pero anteriormente recomendamos: “La llama inmortal de Stephen Crane”, de 2021, que retrata la biografía del mítico personaje dibujando al mismo tiempo la época estadounidense en su tránsito del viejo oeste a las máquinas modernas; los universos posibles del protagonista Ferguson en “4,3,2,1” de 2017; la clásica “Trilogía de Nueva York” compuesta por las novelas policiacas publicadas entre 1985 y 1987: “Ciudad de cristal”, “Fantasmas” y “La habitación cerrada”, y por supuesto, el libro de relatos verídicos de la vida americana con el que inicié mis lecturas de Auster: “Creí que mi padre era Dios” de 2002. De igual forma, es recomendable la lectura de: “Aquí y ahora, cartas 2008-2011” un diálogo epistolar entre Auster y J. M. Coetzee que revela una perspectiva personal y muy enriquecedora de ambos referentes literarios sobre una temática de lo más heterogénea.
Sin duda, Auster diseñó y consolidó un estilo particular y muy bien definido de su literatura que incluye la búsqueda permanente de significados y la constante especulación sobre el destino y el azar en la dinámica creadora de excelentes historias en un mundo donde como bien citó el autor: “Todo puede cambiar en cualquier momento, de repente y para siempre”.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.