Elecciones 2024: la grandeza de Beatriz Gutiérrez
Carlos Arredondo Sibaja
La señora Beatriz Gutiérrez Müller ha dado una cátedra de congruencia política y generosidad al detener en seco la estrategia de linchamiento contra el hijo de Xóchitl Gálvez. Una conducta digna de ser imitada.
Debe decirse pronto, sin ambigüedades y sin mezquindades: la gran lección de congruencia política, generosidad y nobleza la ha dado en la semana la señora Beatriz Gutiérrez Müller al salir con la manguera de bombero y sofocar, de un golpe, la hoguera a la cual comenzaban a soplarle los inquisidores de con la esperanza de tatemarla en ella.
Para quienes, por culpa del período vacacional, no se hayan enterado, o anden demasiado ocupados en cosas relevantes como para ser atrapados por la liviandad de un trending topic, va la síntesis apretada de los hechos:
El miércoles pasado, la chairiza puso en circulación un video en el cual aparece el hijo de Xóchitl, en evidente estado de ebriedad, presuntamente afuera de un antro capitalino y haciendo gala del más deleznable repertorio de eso de lo cual los acusa el presidente (con minúscula) todos los días: racismo, machismo, clasismo… y otros ismos.
Lo exhibido en ese video, digámoslo pronto también, es absolutamente reprobable, condenable y no existe argumento válido alguno mediante el cual pueda ser disculpado. El joven Juan Pablo Sánchez la regó en grande y no lo hizo peor nada más porque, según demuestran las mismas imágenes, carece de habilidades en el fino arte del pleito callejero.
Los responsables de poner en circulación el video ya daban cátedra de nado sincronizado a los 10 milisegundos de haberse difundido el clip. Aquello iba para convertirse (con razón) en un problemón para la campaña de Xóchitl Gálvez, con todo y los buenos reflejos mostrados al salir el hijo a admitir el error, disculparse y retirarse del equipo de campaña.
Sin duda alguna se trataba de una estrategia muy bien planificada con miras al primer debate presidencial de mañana domingo… la hidalguense llegaría disminuida al encuentro en las instalaciones del INE y sería presa fácil de la Sheinbaum durante los 120 minutos del ejercicio.
Quienes idearon la estrategia, seguro ya se relamían los bigotes pensando en el tamaño del premio con el cual serían recompensada su contribución a la construcción del segundo piso de la transformación de cuarta.
¡Y entonceeeeeeeeessss! Pues apareció doña Beatriz y les echó a perder la fiestecita mediante una publicación en sus cuentas de redes sociales en la cual fue directa y contundente:
“Un favor a los políticos en campaña y a sus equipos: jueguen limpio. Quizá es mucho pedir. Pero, como mexicana, rechazo que los familiares sigan siendo ‘daños colaterales’.
“Saludo y abrazo a Juan Pablo: como adulto, igual que yo, lo que tengas que corregir que te lo dicte tu propia conciencia, como debe ser. Que te vaya bien en la vida es mi deseo.
“Reciban todas estas víctimas mi solidaridad. ¡Basta!
“(P.D. Bloqueo automático al grosero, al que falte al respeto, al ‘robot’ y en general al que se quiera ‘pasar de lanza’)”.
¡Y se acabó el corrido!
Ojo: no celebro el fracaso de la estrategia de golpeteo contra Xóchitl Gálvez. Al final, su hijo cometió un error y ella otro al colocarlo en una posición en la cual, de acuerdo con las reglas de la política, se está sujeto a un mayor escrutinio por parte del público.
Celebro el valor, la integridad y la decencia exhibida por la señora Gutiérrez al salir a fijar postura aún a sabiendas de cómo sus palabras no necesariamente agradarían (aún cuando nadie lo diría) a los integrantes del contingente político en el cual alinea.
Celebro lo hecho por doña Beatriz, porque solo mediante la multiplicación de actos como éste podrá devolvérsele al servicio público y a la actividad política el mínimo de decencia indispensable para abandonar el lodazal en el cual han convertido los políticos de todos los tiempos, y todos los signos, el espacio común. Enhorabuena, señora Gutiérrez.
¡Feliz fin de semana!
@sibaja3
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