(Microeconomía aplicada)
“Por terreno entiendo…la naturaleza despejada o angosta del terreno y las oportunidades de vida y de muerte que ofrece”. Sun Tzu
Javier López Medina
Pareciera, que lo único seguro para una microempresa es que las ventas nunca son seguras. La clave está en “conocer el terreno”.
Según Bancomer, una microempresa puede ser entre 1 y 10 personas las que trabajan ahí, y su importancia radica en que representa el 95% de los negocios en México, genera el 40% del empleo nacional y contribuye con el 15% de la actividad económica.
Dada su importancia merece abundantes reflexiones e investigaciones que contribuyan a su consolidación y su desarrollo.
Me han tocado 4 experiencias en la microempresa de la comida rápida y observar la vida de los negocios pequeños de todo tipo. La experiencia ha sido rica.
Cuando el nuevo microempresario inicia el negocio, parece que todos los días van a ser buenos y los fines de semana mejores; después se da cuenta que hay otros días buenos, como el pago de quincena y el cierre del mes, y se imagina vendrán unos meses muy buenos particularmente el mes de noviembre y diciembre y unos meses malos, particularmente el mes de enero.
Pero cuando pasan los días, las semanas y los meses parece que la lógica no se cumple; con el tiempo parece que el negocio de la microempresa es un negocio azaroso, donde nunca sabe que va pasar.
Su lógica se empieza a convertir en un misterio y empiezan las preguntas, pero las respuestas para la microempresa nunca son fáciles. La incertidumbre parece ser su naturaleza, pero no es así, una de las claves para comprender esa incertidumbre aparente, parece estar en el calendario del año.
Pongamos tres ejemplos:
El día 12 de la virgen de Guadalupe, si usted vende comida, cualesquiera que esta sea, prepárese ese día con cautela porque si no lo tiene previsto y hace comida como si fuera cualquier día de la semana o como si fuera sábado o domingo, puede que el día no funcioné nada bien. Todo el día verá pasar gente con contenedores de reliquia para dos, tres días.
Ahora veamos el día del padre, el día será bueno, pero no para todos, solo para unos cuantos, como las carnicerías, los expendios de cerveza, el comercio del centro y en menor medida para los vendedores de insumos de carne asada, pero si su microempresa no es de esas, puede que el día no sea nada bueno. Y además los bolsillos de las familias quedaran vacíos por unos días, cuando menos hasta el fin de semana.
Ahora veamos un “puente” de los que abundan en nuestro país, un “puente” en México puede empezar un viernes y terminar un lunes, o unas vacaciones como las de Semana Santa que pueden empezar a mediados de la semana y terminar un martes. Vea bien el calendario porque es posible que en esas fechas los consumidores se le “desaparezcan” por unos días y su negocio empezará a sufrir las de “Caín”.
La conclusión. No es incertidumbre; es falta de “conocimiento del terreno que pisa”, conocer el calendario al “dedillo” le va permitir conocer los “movimientos” del consumidor, planear sus ventas de la manera más óptima posible y reducir los riesgos de derrota, cada día.
* Javier López Medina es licenciado en Economía, licenciado en Estadística, con Maestría en Administración y políticas públicas, en la Facultad de Contaduría y Administración, de la Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón.