lunes 23, septiembre, 2024

MERCERÍA

Durango…

Sandra Sierra Limones

El realismo mágico de Durango pareciera que fue inspiración de toda la obra literaria de Gabriel García Márquez. Aquí, de forma diaria, cotidiana y permanente se presentan escenarios, declaraciones, pensamientos y actitudes extraaordinarios, fuera de toda realidad, ajenos al mundo actual, y nadie levanta ni una ceja. No hay ni la menor sorpresa, ni la menor indignación, ni preocupación alguna.

En Durango hay profundas huellas de desigualdad para las minorías, y todas son víctimas de un Gobierno insensible, miope y escaso de miras.

Mientras las mujeres jóvenes del Cobaed Gómez Palacio están dando la batalla, luchando por espacios libres de violencia y porque de una vez por todas y para siempre el profesorado acusado generación tras generación de acoso sexual pueda abandonar las aulas, el Director de esta Instancia a nivel estado, declaró que la homosexualidad es una causa de suicidio: Y no pasó nada.

La actual síndica del Gobierno Municipal de Durango, quien ya se cargaba su fama cuando como diputada quiso legislar para que las madres dieran cuentas de dónde y cuándo se gastaban las pensiones alimenticias, porque ella veía que muchas se la gastaban en el gimnasio y en tratamientos de belleza, ahora utiliza su voz para criminalizar a las mujeres que se atreven a realizar iconoclasia feminista. Y no pasa nada.

Marcela Lagarde señala que a veces las autoridades tienen un conocimiento muy deficiente de estos temas, y que actúan bajo su antifeminismo que a veces enterrado, y a veces, como en esta ocasión explícito. En Durango, no entienden que no entienden, por eso los talleres, las certificaciones o las capacitaciones en estos temas son tan desdeñadas.

En Durango, el funcionariado es tan igual, que se siente diferente: cree que su valor incide en su puesto, en su capacidad de “caer bien” y si no tienen interés en mejorar sus habilidades, es imposible pensar que pueden o que quieren reflexionar sobre sus creencias, valores o principios.

Las mujeres siempre serán el centro y origen de las críticas, sobre todo las que a partir de la organización saben que merecen, quieren y requieren algo más… ojalá pronto los oídos del funcionariado se sensibilicen, y mientras esto pasa, se fortalezca resistencia feminista.

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