Durango…
Sandra Sierra Limones
El realismo mágico de Durango pareciera que fue inspiración de toda la obra literaria de Gabriel García Márquez. Aquí, de forma diaria, cotidiana y permanente se presentan escenarios, declaraciones, pensamientos y actitudes extraaordinarios, fuera de toda realidad, ajenos al mundo actual, y nadie levanta ni una ceja. No hay ni la menor sorpresa, ni la menor indignación, ni preocupación alguna.
En Durango hay profundas huellas de desigualdad para las minorías, y todas son víctimas de un Gobierno insensible, miope y escaso de miras.
Mientras las mujeres jóvenes del Cobaed Gómez Palacio están dando la batalla, luchando por espacios libres de violencia y porque de una vez por todas y para siempre el profesorado acusado generación tras generación de acoso sexual pueda abandonar las aulas, el Director de esta Instancia a nivel estado, declaró que la homosexualidad es una causa de suicidio: Y no pasó nada.
La actual síndica del Gobierno Municipal de Durango, quien ya se cargaba su fama cuando como diputada quiso legislar para que las madres dieran cuentas de dónde y cuándo se gastaban las pensiones alimenticias, porque ella veía que muchas se la gastaban en el gimnasio y en tratamientos de belleza, ahora utiliza su voz para criminalizar a las mujeres que se atreven a realizar iconoclasia feminista. Y no pasa nada.
Marcela Lagarde señala que a veces las autoridades tienen un conocimiento muy deficiente de estos temas, y que actúan bajo su antifeminismo que a veces enterrado, y a veces, como en esta ocasión explícito. En Durango, no entienden que no entienden, por eso los talleres, las certificaciones o las capacitaciones en estos temas son tan desdeñadas.
En Durango, el funcionariado es tan igual, que se siente diferente: cree que su valor incide en su puesto, en su capacidad de “caer bien” y si no tienen interés en mejorar sus habilidades, es imposible pensar que pueden o que quieren reflexionar sobre sus creencias, valores o principios.
Las mujeres siempre serán el centro y origen de las críticas, sobre todo las que a partir de la organización saben que merecen, quieren y requieren algo más… ojalá pronto los oídos del funcionariado se sensibilicen, y mientras esto pasa, se fortalezca resistencia feminista.