“Hay que luchar
con la inteligencia
y no con las armas”
Henrik Ibsen.
Jesús M. Moreno Mejía
Han vuelto las corridas de toros en la monumental Plaza México y con ello la pugna entre taurófilos y defensores del sufrimiento de los toros en la lidia con toreros y picadores a caballo, tras de haber permanecido prohibida la llamada “Fiesta Brava” en la CDMX, tal como aún ocurre en algunos estados del país, incluyendo Coahuila.
Dada la vehemencia de uno y otro bando no es nuestra intención tomar partida en favor de ninguno, pues ello equivaldría a tomar las armas en lugar de utilizar la inteligencia para dirimir la controversia.
Hace nueve años se prohibieron las corridas de toros en Coahuila, pero la afición taurina de la Región Lagunera ha utilizado la plaza “Alberto Balderas” de Lerdo, Durango, para dar salida a sus emociones taurófilas en ciertas fechas de los últimos años, sin que se haya tenido conocimiento de alguna manifestación anti-corrida de toros.
El pasado domingo 28 de enero del presente año, cuando se realizaba nuevamente la “Fiesta Brava” en la gran Plaza México, donde se registró un lleno total, según se aprecia en varias fotografías aéreas en los medios de comunicación, con capacidad para 40,000 personas, en las afueras del coso culminó una manifestación de cerca de 200 personas anti-taurinas.
Se esperaba que la demostración de inconformidad fuera pacífica, sin pasar de los gritos de protesta normales, como se dieron a lo largo del recorrido que hicieron desde la Glorieta de Independencia, con pancartas en las que se leía “Asesinos”, “Toros si, toreros no”, “Si hay tortura, no es cultura”, pero al llegar a las afueras de la Plaza México se caldearon los ánimos, sobre todo al exponerse en el piso algunas mujeres vestidas de negro con manchas de pintura roja, para semejar un toro herido, el resto de los manifestantes exigieron se abrieran las puertas para manifestarse en el interior y causando algunos destrozos menores al inmueble.
Visto lo anterior, hubo de solicitarse la presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX para controlar la situación, hasta lograr que se replegaran los manifestantes, por lo que se impidió que el problema pasara a mayores.
Haciendo historia del por qué se habían interrumpido las corridas de toros en la capital del país, el 26 de mayo de 2022, el juez federal Jonathan Bass, concedió suspensión definitiva al amparo promovido por la asociación civil “Justicia Justa”, para impedir la realización de espectáculos taurinos en la CDMX, por lo que en esa fecha la Plaza México cerró sus puertas.
Para comprender la suspensión legal de ese entonces, se utilizó la argumentación de un trato degradante a los toros en la “Fiesta Brava”, considerando que iba en contra del derecho humano a un medio ambiente sano.
No obstante lo anterior, el pasado 6 de diciembre de 2023, la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la suspensión y por ello el domingo 28 de enero se reanudaron las actividades en la Plaza México.
En Coahuila, en cambio, las corridas de toros se prohibieron desde 2015 (o sea hace nueve años), al reformarse la Ley de Protección y Trato Digno a los Animales, por decisión del Congreso del Estado, si bien hubo la versión de que hubo un trasfondo político, pues con la interrupción de esas actividades se
pretendía dañar a un conocido ganadero, que criaba toros de lidia en la entidad, lo cual, obviamente, fue negado por la autoridad.
El empresario en referencia era el excandidato a gobernador Armando Guadiana Tijerina, quien falleció recientemente, mismo nunca negó la especie, atribuida a su desencuentro político con el gobernador Humberto Moreira.
Todo lo anterior en Coahuila es historia, pero en fecha reciente se ha empezado a buscar una nueva alternativa para que vuelvan las corridas de toros a la entidad, por gestiones del empresario y abogado Vicente Salas Estrada (ex novillero además), quien informó haber entregado en la Oficialía de Partes del
Congreso del Estado una iniciativa ciudadana, mediante la cual se pide derogar el artículo 20, fracción quinta, de la mencionada le ley.
En dicha iniciativa se propone que las corridas de toros sean a la usanza portuguesa, donde no se mata al astado ni se le causa castigo con espada, banderillas ni la lanza de los picadores a caballo, permitiéndole al toro o novillo que regrese sano y salvo al corral.
Salas Estrada, incluso, ha mencionado en declaraciones a la prensa que tiene proyectada una corrida a la usanza portuguesa, en caso de que se derogue la ley, en una plaza del municipio de General Cepeda y después en otros cuatro municipios de Coahuila.
¿Pero usted, amable lector, que piensa de todo lo anterior?
¡Hasta la próxima!