martes 26, noviembre, 2024

A CONTRAPIÉ

Juan Antonio Martínez Barrios

La confusión y el factor Marcelo

Hasta ayer los panistas de Coahuila no tenían claro si para las elecciones del dos de junio van en alianza con el PRI y el PRD. El hecho es que oficialmente el PAN no forma parte de la coalición a la que sí se integró el partido local Unidad Democrática de Coahuila.

La confusión se origina porque el martes por la noche, en los últimos minutos para vencerse el plazo de registro de coaliciones ante el Instituto Electoral de Coahuila, se presentaron ante este órgano electoral la presidenta y el secretario general del Comité Directivo Estatal del blanquiazul, Elisa Maldonado y Gerardo Aguado, en una especie de acto de rebeldía hacia la decisión cupular de Acción Nacional de romper la alianza con el PRI y el PRD. Y lo hicieron también para refrendar que a pesar de la postura de su dirigente nacional, Marko Cortés, el PAN en Coahuila sí mantiene su apoyo a la coalición, claro, de manera extraoficial. Porque el documento correspondiente lo firman Carlos Robles, Lenin Pérez y Telma Guajardo, representantes del PRI, UDC y PRD, respectivamente.

Ahora bien, los señalamientos apuntan hacia el ex diputado local Marcelo Torres Cofiño, como la persona que en aras de un interés personal –la candidatura a la Alcaldía de Torreón- conminó a Marko Cortés a exigirle al PRI Coahuila que cumpliera compromisos establecidos, en los que estaba de por medio de la gubernatura. Lo que logró Torres es que se le recordara y exhibiera la escasa votación que logró su partido el pasado cuatro de junio tanto en la entidad como en Torreón, donde se comprometió a que su partido aportaría el 20 por ciento de la votación, pero sólo “cooperó” con el 6 por ciento. Cortés llegó a la dirigencia nacional del PAN hace cinco años en sustitución precisamente de Torres Cofiño, que cubrió un breve interinato al frente del Comité Ejecutivo Nacional.

Al interior del blanquiazul también se señala que Marcelo Torres, en calidad de delegado en Durango, no supo negociar ninguna posición para su partido, una vez que triunfó la alianza que encabezó el PRI para las elecciones de gobernador.

Ahora está por verse qué porcentaje del panismo coahuilense atenderá la convocatoria de su dirigencia estatal para sumarse al PRI, que aprovechó el rompimiento de la UDC con Morena para convencerlo de adherirse a su alianza. Y falta saber qué pasará con Torres Cofiño, promotor del rompimiento.

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