ULISES SALAS
Día de Reyes
El gobernador Manolo Jiménez invitó a la ciudadanía de la Región Sureste a partir la tradicional Rosca de Reyes, este sábado en la Plaza de Armas de Saltillo.
La cita es a las 16:30 horas, y el mandatario estatal promete que habrá grandes sorpresas para las familias que asistan.
Hay que ir…
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La visita
Un discurso pleno de odio y resentimiento lanzó este viernes, el aspirante a senador por Morena, Luis Fernando Salazar, durante la visita a Ramos Arizpe de la candidata Claudia Sheinbaum.
La lengua del político lagunero, serpenteaba viperinamente mientras enardecido, criticaba el “arribismo político” de Ricardo Mejía Berdeja y Lenin Pérez, aunque sin citarlos por su nombre.
Para variar, el líder del Partido del Trabajo y el dirigente udecista, fueron ninguneados por la Cuarta Transformación y los dejaron fuera del presídium, en calidad de momias.
Luis Fernando aprovechó el micrófono para irse también en contra del ex gobernador Humberto Moreira Valdés, en un notorio afán por congratularse con la aspirante presidencial.
Amnésico de oportunidad, al terminó de su rabioso discurso, Luis miró al piso, como si buscara en el suelo su lengua, pues ya olvidó su pasado calderonista, para erigirse como adalid defensor de la pureza morenista.
Su compañera de fórmula al senado, Cecilia Guadiana también tuvo oportunidad de hablar ante la concurrencia, pero no trae nada, y su falta de pericia verbal fue evidente.
Es más, tuvo lastimeramente que recurrir al tema del fallecimiento de su padre para arrancar el aplauso de los morenistas.
Por fortuna, esta vez Orestes no tendrá que hablar de que Cecy lleva a todas partes, la cajita con las cenizas del senador.
En cuarta fila, el diputado plurinominal, Antonio Attolini, parecía traer chinches, pues gesticulaba y se rascaba grotescamente, según sus vecinos de asiento.
La realidad es que el saltimbanqui lagunero quiso llamar la atención y hacerse el gracioso ante Claudia Sheinbaum, cosa que no logró, y que lo expuso a las críticas, reportó uno de los presentes.
La alcaldesa de Múzquiz, Tania Flores se quedó abajo del presídium, y al verse en gayola, se acercó a la ex diputada Lizbeth Ogazón, en busca de un mejor lugar.
Flores Guerra entonces ocupó un asiento en primera fila, pero como que no le gustó, pues se paraba continuamente, a lo mejor, para que Claudia la reconociera y la subiera al estrado.
Pero eso no sucedió.
El evento morenista fue de carácter sindicalista con la asistencia del líder nacional magisterial Alfonso Cepeda Salas y la líder de la sección 38, Isela Licerio Luévano.
Por cierto, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, no asistió al mitin de Claudia, y los analistas de siempre, ya comienzan a hablar de que se toleran, pero no se caen bien.
¿Será?