domingo 24, noviembre, 2024

MITOS Y NOVEDADES EN LA HISTORIA DE MÉXICO

Lázaro Cárdenas, era antisemita

Jesús Vázquez Trujillo

En 1933, Adolfo Hitler asumió el poder en Alemania, iniciando una sanguinaria purga de judíos por todo el territorio del Tercer Reich, por lo cual, muchos judíos y gitanos escaparon de la Alemania nazi para buscar refugio y asilo en otros países, particularmente de América Latina.

Agrupándolos en campos de concentración para exterminarlos en masa, quitándoles visas y pasaportes.

Mientras tanto en México, en abril de 1934 se había aprobado una nueva Ley Federal de Migración, la cual resultó bastante selectiva, pues prohibía la entrada a México de inmigrantes gitanos y judíos, ya que según dicha ley, esa inmigración resultaba indeseable »más que ninguna otra, por sus características psicológicas y morales, por la clase de actividades a que se dedica y procedimientos que sigue en los negocios de índole comercial que invariablemente emprende.

Lázaro Cárdenas del Río 1895 – 1970, Presidente de la República 1934 – 1940.

Para el general Lázaro Cárdenas, no era aconsejable, ni deseable que entraran a México razas no asimilables, ni compatibles con la identidad mexicana, por lo cual, a los judíos que entraron a México, en ningún momento se aludió a ellos como refugiados, con lo cual se pasaba por alto la cuestión central: se trataba de personas que estaban huyendo.

Al conceptualizar a los judíos como emigrantes voluntarios, la actitud frente a la inmigración de los mismos fue de total rechazo.

En la Ley General de Población de 1936, se introdujo un sistema de »tablas diferenciales para inmigrantes» que determinaba anualmente el número máximo de extranjeros que podrían admitirse por país.

En ellas no había restricción alguna para inmigrantes de países de América y de España; en cuanto a países como Alemania, Austria, Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca, Francia, Holanda, Hungría, Inglaterra, Italia, Japón Noruega, Portugal, Suecia y Suiza, se estableció que el número máximo sería de 5 mil por país.

Sin embargo, los judíos alemanes no podían aprovechar los 5 mil permisos correspondientes a Alemania, ya que en la práctica eran apátridas, después de que la Ley de Ciudadanía del Reich, de septiembre de 1935, los había despojado de la ciudadanía alemana.

Lázaro Cárdenas del Río en la “Silla del Águila” 1934 – 1940.

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