domingo 24, noviembre, 2024

MITOS Y NOVEDADES EN LA HISTORIA DE MÉXICO

La discapacidad como ‘marca’ de guerra

Jesús Vázquez Trujillo

Durante el periodo virreinal y parte del siglo XIX y XX, se creyó que las personas que nacían con algún tipo de discapacidad, eran un castigo divino y/o una maldición demoniaca, por ello se les mantenía al resguardo de la maledicencia social.

En 1665, asumió el trono español el rey Carlos II de Habsburgo, quien nació en 1661, siendo un hombre con múltiples enfermedades.

Carlos II, el “Hechizado” 1661 – 1700, Rey de España 1665 – 1700.

Y discapacidades físicas e intelectuales, producto de la endogamia (incesto), practicada por sus ancestros, por lo cual, los miembros de la corte, los habitantes de la península y los reinos ultramarinos, creían que el rey estaba “maldito”, por eso le apodaban el “Hechizado”.

Sin embargo, si se perdía algún miembro a consecuencia de una guerra, la discapacidad se convertía en motivo de orgullo y patriotismo.

Durante la guerra de independencia, el general Vicente Guerrero es herido en el brazo derecho, el cual le es operado.

Sin embargo, el hueso no le soldó correctamente, lo que lo obligaba a mantener el brazo siempre a la altura del pecho.

Por ello, ya como presidente de la república, creó el Centro Nacional de Atención a las Personas con Discapacidad, con el fin de auxiliar a todos aquellos hombres que hubieran quedado con alguna discapacidad, como consecuencia de la guerra de independencia.

El 27 de noviembre de 1838, el general Antonio López de Santa Anna, es herido en la pantorrilla izquierda, la cual hubo de serle amputada.

Este hecho, lo convirtió en el héroe de la primera intervención francesa, conocida como la “Guerra de los Pasteles”.

El mismo general Santa Anna, tuvo un hijo con una discapacidad y por ello poco y/o nada se sabe de dicho vástago, pues la familia Santa Anna, lo mantuvo a buen resguardo de la maledicencia y el deslenguamiento social.

El presidente Benito Juárez, tuvo una hija ilegítima llamada Susana Juárez Chagoya, la cual padecía una discapacidad intelectual, por ello, se quedó bajo el cuidado de su madre doña Rosa Chagoya, pasándole una generosa pensión para su manutención.

El 2 de abril de 1867, las tropas republicanas al mando del general Porfirio Díaz, recuperan la ciudad de Puebla, que estaba en manos del ejército francés desde el 17 de mayo de 1863.

En esta acción de guerra, dos generales republicanos fueron amputados de sus brazos y piernas, el general Manuel González Flores, perdió el brazo derecho, y el general Carlos Pacheco Villalobos, perdió el brazo derecho y la pierna derecha en esta batalla.

Finalmente, el 3 de junio de 1915, Álvaro Obregón, perdió el brazo derecho en la batalla librada en el casco de la hacienda de Santa Ana del Conde, gracias a que las esquirlas de una granada, perteneciente a la División del Norte se le incrustaron en el brazo, el cual hubo de serle amputado, aunque la pérdida del miembro superior derecho le valió el ascenso a general de división, así como el reconocimiento popular.

Álvaro Obregón, al perder la extremidad superior derecha, el 3 de junio de 1915

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