miércoles 25, septiembre, 2024

DOGMA DE FE

¿Cuál es el secreto del éxito? 

Marcos Durán Flores 

Lo que está pasando en tu mente es lo que estás atrayendo. ¿Quién lo dice? La famosa ¿Ley de la Atracción?, una lista de pensamientos positivos, que algunos vivales o desconocedores han pretendido darle una orientación científica, asegurando que se basa en principios de la mecánica cuántica y los secretos del Universo. El fundamento de la Ley de la Atracción es que tú atraes lo que piensas, ya sea negativo o positivo. Afirman que si tú de verdad sabes lo que quieres y sabes pedirlo, el Universo se encargará de que se haga realidad. 

Por supuesto, esta Ley y sus postulados no han sido aceptados por la ciencia, ni mucho menos los verá incluidos en algún artículo de las revistas Science o Nature. No, esta Ley de la Atracción solo está disponible para ser descubierta en cualquier tienda de libros en la sección de autoayuda y superación personal, bajo sugestivos títulos que pueden ser “El Secreto”, “El Poder”, “La Llave del Éxito”, “7 Pasos para Volverse Millonario”, “Poder sin Límites”, “Padre Rico, Padre Pobre” y una lista interminable con los siempre infaltables nombres de escritores como Deepak Chopra, Paulo Coelho, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Jorge Bucay y Rhonda Byrne, quienes han escrito más libros de los que han leído. 

Esto que muchos llaman la búsqueda de la espiritualidad o el positivismo no es más que nuestra desesperación por encontrar un sentido a nuestras vidas y, con ello, el entendimiento del actuar de extrañas fuerzas que pesan sobre el destino de cada uno de nosotros. Unos lo llaman Dios, otros karma, algunos más energía. Lo cierto es que todos buscamos un responsable sobre lo que nos pasa o lo que no nos pasa. 

Si tenemos una deuda, buscamos cómo pueda pagarse en forma mágica, esperando que el dinero aparezca como por acto de magia. Si el pago llega, se debe a que lo pediste bien al Universo y tuviste un pensamiento positivo, jamás porque trabajas 16 horas diarias. 

Pero también existe un lado contrario. Si se llega a tener un accidente de auto o una enfermedad, muchos culparán al karma o al castigo de Dios. Jamás buscarán la causa que puede ser que si manejas borracho, aumenta tu posibilidad de que choques o si fumas dos cajetillas de cigarros al día, necesariamente te va a dar cáncer. Pero en ocasiones, las cosas simplemente pasan porque así es la vida. La gente se enferma sin explicación alguna y los accidentes pasan. No lo atrajimos con un pensamiento negativo, tampoco con nuestras acciones.  

El Universo no actuó a favor nuestro, mucho menos en nuestra contra. El Universo, como dijo Carl Sagan, no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hostil: es indiferente. Pero la primera señal de advertencia de que algo anda mal con creer en este tipo de pensamientos y sus motivadores, es que los únicos que obtienen el éxito y se vuelven millonarios y viven felices son ¡los escritores de esos libros! 

Así que aceptemos que no existen todas las explicaciones para todo lo bueno o lo malo que nos sucede. La mayor parte del éxito tiene que ver con el trabajo, la preparación y las oportunidades. Por supuesto, el pensamiento positivo ayuda, pero conozco muchos ejemplos de personas positivas que no alcanzan lo que quieren; y, por otro lado, existen ejemplos de seres humanos cuyos pensamientos y acciones rayan en lo maligno y les va de maravilla. Y es que como escribió Balzac: ¿de cuántas infamias se compone un éxito? Para esos no existe Ley de la Atracción, energía positiva o negativa o Dios alguno que los detenga. 

No hay fórmula para el éxito al cual por principio de cuentas habría que definir. Para muchos el éxito es el dinero, para otros es el poder. Para algunos menos es la felicidad, y para unos cuantos es la salud, la familia y poder llevar una vida digna y en tranquilidad. 

No hay un secreto para vivir la vida. Lo único cierto es aceptar incondicionalmente lo que esta trae consigo: sus alegrías y tristezas, sus éxitos y tragedias; muchas, por cierto, profundamente absurdas, pero otros más resultados de lo que hicimos o dejamos de hacer. Es cierto que en ocasiones la vida no es justa, pero dejemos de culpar a los dioses, a la suerte o al Universo de todo lo bueno o malo que nos suceda. Disfrutemos de esta vida mientras podamos porque lo única evidencia que poseemos es que es muy corta y existe solo una. 


@marcosduranf

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