ULISES SALAS
Pataleos
El derecho al pataleo es históricamente en México una cortesía política que se le permite al candidato perdedor, sea del partido que sea.
En Coahuila hay casos conocidos como el de Jericó Abramo Masso, en el PRI, Ricardo Mejía Berdeja en Morena y Luis Fernando Salazar en el PAN.
Casi siempre es también la ruta de renuncia del político perdedor y en el caso de Coahuila, solo Jericó reculó en dos ocasiones y en las dos le fue muy bien al quedarse en el PRI.
Marcelo Ebrard, recorre en Morena este largo y sinuoso camino, y quien piense que su decisión es un mero capricho, luego de perder la candidatura presidencial, está equivocado.
Ebrard Casaubon no da brinco sin huarache y así lo ha demostrado a través de su larga y sinuosa carrera política.
Recuerden que el ex canciller cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos y eso vale mucho en política.
El que no chilla, no mama…
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Silencio escolar
No es por intrigar, pero el sector educativo de Coahuila, carece de interés y de mecanismos para proteger a los alumnos de agresiones físicas y sexuales.
El caso más reciente ocurrido en la escuela secundaria Técnica 5 en Piedras Negras es un claro ejemplo de la frivolidad y miedo con que las autoridades educativas conducen estos casos.
Y es que, a pesar de las pruebas y testimonios, los alumnos violentadores asisten a clases, mientras que el niño afectado fue separado de la escuela hasta que concluya la investigación.
Es decir, los agresores hasta que se demuestre lo contrario son considerados inocentes, y su víctima tiene que demostrar que ellos lo violentaron, pero se le prohíbe asistir al aula.
La fiscalía General del Estado, lleva ya el caso, y seguramente cuando se establezca la responsabilidad de la banda de agresores, los van a llevar a terapias y seguirán en el plantel.
Así se las gastan los jefes en la secretaria de Educación, pero también los trabajadores que agreden sexualmente a niñas cuentan con protección oficial.
En Piedras Negras, hace unos meses, un conserje de una escuela primaria atacó a su hijastra y fue denunciado formalmente ante el Ministerio Público y las autoridades escolares.
Los primeros iniciaron la investigación, en tanto la representación sindical del conserje, determinó solo cambiarlo de escuela, hasta que se comprobara la acusación.
El juez dictó auto de prisión y fue remitido a las celdas, pero mantiene su estatus laboral, y lo más injusto es que recibe religiosamente su salario a pesar de estar preso.
Hace unos días se vio al secretario de Educación, Francisco Saracho Navarro en Cinépolis, en la exhibición del filme “Sonidos de libertad”.
A lo mejor se quedó dormido y soñó con los sonidos del silencio…