Marido engañado
Julián Parra Ibarra
Según se ve, todos – o casi todos- sabían lo que iba a suceder desde hace por lo menos dos años, y por ello no deja de sorprender la reacción que ha tenido Marcelo Ebrard luego de darse a conocer que –¡Sorpresivamente!- Claudia Sheinbaum fue la elegida para abanderar el movimiento morenista, de cara a la elección presidencial del año entrante. Siempre se supo que era la ‘corcholata’ preferida del Presidente, porque es la única que –según él- le garantiza la continuidad de su proyecto, porque ha sido la más sumisa, y quien estaba convertida en la caja de resonancia de todo lo que se dijera en Palacio Nacional.
En el proceso de la precampaña –que no era precampaña-, a Ebrard le concedieron algunas concesiones, como el que todos los aspirantes del bloque de Morena y sus aliados, renunciaran a los cargos que en ese momento ocupaban. El ahora ex canciller fue el primero en hacerlo, en solicitar licencia para separarse del cargo, y en una semana todos los demás hicieron lo mismo: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco.
Pese a ello, el ex canciller no dejó nunca de estar señalando la inequidad y la falta de piso parejo; los decibeles de sus protestas se incrementaron en las horas previas y durante el conteo de ¡Todos los 12 mil 500 votos! emitidos en el proceso morenista y aliados, por irregularidades graves según dijo, entre ellas el uso de la fuerza pública, policías de la CDMX habrían usado la fuerza para evitar que sus representantes, Malú Micher y otros, estuvieran presentes en el conteo.
Ebrard ha pedido ante los órganos internos de Morena la reposición del proceso por todas las irregularidades que reclama, y en caso de que no suceda así, entonces dice que no tendrá más cabida en Morena. Pero se queja ante los mismos que operaron el proceso para que al final resultara triunfadora Claudia Sheinbaum.
No puede ser que un político de la experiencia de Marcelo Ebrard no viera lo que estaba pasando y que supiera que desde hace mucho tiempo todo estaba planchado para levantarle la mano a la elegida por el Presidente –a otro perro con ese hueso de que la decisión fue del pueblo ¿12 mil 500 votos y no todos en su favor, son el pueblo?-
Con lo que viene haciendo, más bien Marcelo aparece ante el resto como el marido engañado. Todo mundo sabía que lo estaban engañando y lo que iba a suceder, y él fue el último en enterarse. Eso sí, el carnal Marcelo desde siempre ha sido utilizado, manipulado y traicionado por ya saben quién, desde que lo convenció da hacerse a un lado para dejarle el camino libre rumbo a la candidatura presidencial en su momento ¿Qué le hacía pensar que le devolvería la copa?
@JulianParraIba