(¿Has sentido la necesidad de contratar a una servidora o servidor sexual?)
Raúl Adalid Sainz
Emma Thompson, extraordinaria actriz británica, nos responde esa pregunta en su interpretación de Nancy Stokes. Una viuda que vivió el sinsentido cotidiano de no conocer su sexualidad, ni la libertad que de ella emana. A sus sesenta y pico de años contrata a un prostituto elite.
La película transcurre en cuatro encuentros. Prácticamente toda la cinta acontece en un cuarto de hotel. Una cortina semi abierta señala un lugar anodino y cotidiano. Ahí Nancy vivirá la tensión a lo desconocido. Toda su aventura comienza por escoger por foto a su servidor sexual. El cuerpo tenso, las emociones que se contraen, el no saber exactamente de qué hablar, la dureza para romper las barreras y caer a la cama.
«Leo Grande», nombre profesional del chico de veinti y poco de años, lleva la causa con un gran profesionalismo y paciencia. Los encuentros van provocando distintas emociones que se despiertan y desgarran. Se conocen. Dos seres humanos se encuentran en sus vulnerabilidades y riesgos. Sin embargo no deben cruzar la frontera de desenmascarar su identidad. Todo debe ser el placer del aquí y ahora, dice «Leo Grande».
Al traspasarse esa línea todo parece derrumbarse. Al caer la máscara, el encanto del misterio de la aventura parece diluirse. Sin embargo, es ahí que ambas identidades descubiertas se conocen a fondo y en sus heridas llegar a tocar el placer en una pureza de climax.
Cuando ella conoce su punto de liberación y placer sexual, veremos una lindísima secuencia alcanzada por esa espléndida actriz Emma Thompson. Su acompañante actor Daryl McCormak, está extraordinario en su interpretación de escort. Dos intimidades se abren en esa frontera tan cerrada que es el sexo ante un desconocido. Una parte busca liberarse en todas sus incapacidades aprendidas, la otra parece sabía, segura, pero, ¿qué encierra esa aparente solvencia de oficio?
Película que me encantó. Parece una obra de teatro, colmada de diálogo. Su secreto de grandeza está en la conversación interior de los personajes, en sus subtextos. Uno acompaña ese miedo, a esa niña adolescente que quiere despertar para conocer su sexualidad. Los actores están soberbios. A Emma Thompson la amas. Entra a un viaje de actriz donde expone sus vulnerabilidades físicas de edad, miedos, y en base a querer descubrirse encontrar su amor a sí misma.
La dirección de Sophie Hyde espléndida. Logrando un montaje vital dentro de una sola locación. Una gran dirección de actores. El guion de la actriz británica Katy Bryde explora el alma femenina y da al rol masculino la ternura en base a quebrarse y reconocerse. Es un lindo recorrido de un encuentro humano. Un sentir por el espectador a diversas emociones. Reconocer su sexualidad y vivirla junto a los actores. Película para escuchar y descubrir. Para sentirla en el aquí y ahora. Cinta alejada del frenético ritmo del mucho del cine actual.
Emma Thompson y Daryl McCormak, dos actores surgidos del teatro. Dos intérpretes que dialogan poética y sutilmente con la cámara. Un ejemplo de cómo actuar ante ésta y mostrar el interior de los personajes.
Película para almas inquietas y deseosas de ser en plenitud. La puedes ver por Netflix.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan