miércoles 27, noviembre, 2024

FALACIAS POLÍTICAS SIN PUDOR NI RUBOR

Luis Alberto Vázquez

En todas las actividades sociales es común encontrar falacias; razonamientos fraudulentos poseedores de estructura lógica que los hace parecer correctos. Estos ardides intentan sutilmente justificar creencias, persuadir o manipular inclinaciones diversas. En política casi son arquetipos naturales. A base de premisas tramposas y razonamientos incorrectos muchos líderes tratan de validar mentiras y engaños con apariencia de lógica argumentativa, intentan convencer al pueblo que sus razonamientos son correctos cuando en realidad son infundios, pero a base de discursos persuasivos intentan mantener una imagen de veracidad en su comportamiento ominoso, cayendo incluso en la vulgaridad.

Los hechos ocurridos esta semana en la decisión del Frente Amplio, Alianza o como ahora se llame, nos llevan a la necesidad de analizar su actuar en relación con la ética social y encontrar varias patrañas visibles, claras y precisas que muchos distinguen, incluso, sus propios correligionarios; solamente las niegan quienes, con intereses espurios, las creen miopemente negándose a considerar posibles contingencias o distintos escenarios.

“Ad hominem”, sofisma que considera que una afirmación o hechos son falsos o verdaderos en razón a la autoridad emisora, sin considerar aquellos como tales, agredimos a la obra por su autor, no por lo que ella representa. Esta podemos familiarizarla a “ad veracundiam”, un argumento fatuo que se apoya en la credibilidad de una supuesta autoridad honesta, pero de la que no consta con certeza su legitimidad absoluta. Tal es el caso de las encuestas apenas realizándose que fueron calificadas como definitivas sin concluirlas, asegurándoles un efecto determinante que aún no sucedía o que podría ocurrir de manera diferente a lo imaginado.

“Premisas Contradictorias” cuando los contenidos de un argumento son incoherentes entre sí, no puede haber argumento; ¿Cómo puedes decir que tu partido es la salvación del país y optas por alguien históricamente contraria a él, quien por muchos años le ha criticado y dicho que es “Enemigo de México”?

Seguramente a la candidata defenestrada del PRI su presidente del partido le presentó la falacia del “falso dilema” ofreciéndole dos únicas opciones posibles ante una eventual elección: “O declinas o México será sumido en la destrucción porque solamente lo puede salvar la otra candidata aliada”; pero ¿cómo asegurar que esa otra ganará al final? Además, “envenenó el pozo”: días atrás había mencionado que las encuestas no apoyaban a la candidata de su partido… ¿partidarios priistas incautos?

Similar: “ad populum” Busca despertar las pasiones de la multitud para que acepte el punto de vista de aquel que trata de defender una idea o acción apelando a que un gran número de personas creen en ella o están dispuestas a defenderla a toda costa, algo que no harían con algún otro. Aquí es donde funciona una de las más inmensas mentiras de este proceso en el que podemos ver y entender que el expositor no se molesta en defender con razones la decisión, sino con justificaciones, muchas veces inaceptables o fuera de contexto.

“Falsa equivalencia”; cuando un estólido escribiente quiere hacer creer a algunos candorosos que las acciones facciosas de su organización son copiadas idénticamente por otro actor, incluso, el oponente; no suministra razonamientos, simplemente presupone como verdad esa afirmación incondicionalmente. Replica prácticas deshonestas que viven en su historia sectaria y conjetura que todos los demás ejecutarán actos similares, tal es el caso del dedazo en las designaciones de sucesores.

“Genérica de Conclusión Intangible” se aducen para una resolución que no tienen nada que ver con el resultado de un fenómeno político. Se argumentan premisas irrelevantes y absurdas como culpar a otro de sus fracasos generados por incapacidad propia. “Falsa Causa” esta fatuidad expone una artimaña contrapuesta a lo auténtico. Intenta simplificar y ocultar un hecho real con una ficción cuando la realidad es muy compleja. Ahora sabemos que no se llevará a cabo la recolección de firmas para la designación de la candidata del Frente Amplio porque jamás existieron los millones de firmantes que ellos presumían y su falsa petulancia caería estrepitosamente en el conteo real, emergiendo el desencanto de una sociedad civil ilusoria nefastamente burlada. Develaría su pacto Faustino; obsceno montaje contra la democracia. Concluyo con la máxima: “No todo lo que se puede contar cuenta. No todo lo que cuenta se puede contar”.

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