Centenario de los Tratados de Bucareli
Jesús Vázquez Trujillo
Entre los días 13 al 23 de agosto de 1923, se redactaron, firmaron y concretaron los Tratados de Bucareli, con los cuales nos sometimos de hecho y de derecho a la voluntad de los Estados Unidos de América, dejando a México en una situación desventajosa, gracias a la política incisiva de la Unión Americana.
Los tratados de Bucareli, se firmaron en la Ciudad de México en la más absoluta secresía, siendo presidente de la República el general Álvaro Obregón, quien necesitaba dinero para llevar a cabo su ambicioso plan de gobierno, sin embargo no se contaba con el reconocimiento diplomático de la Unión Americana, el cual era necesario para asegurar el apoyo de los Estados Unidos ante una rebelión armada en contra del gobierno mexicano.
El general Álvaro Obregón, asumió la presidencia el 1 de diciembre de 1920, y el presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, consideró inmoral e ilegítimo al gobierno de Álvaro Obregón, pues recurrió al magnicidio para acceder a la presidencia.
Sin embargo, el 4 de marzo de 1921, asumió la presidencia estadounidense, el demócrata Warren Harding, un político con ideas liberales y por ello decidió entrar en negociaciones con México, a quien le urgía que el gobierno de Álvaro Obregón fuera reconocido.
La Unión Americana, obligó a México a pactar una serie de condiciones a cambio de otorgar el reconocimiento. Una de ellas, fuere renegociar la deuda externa, la cual no se había pagado desde 1914, además de que el Secretario de Relaciones Exteriores, Alberto José Pani, negociara el reconocimiento oficial de los Estados Unidos, sin embargo Warren Harding, falleció el 2 de agosto de 1923.
El nuevo presidente Calvin Coolidge, envió a representantes estadounidenses para negociar las condiciones del reconocimiento.
Álvaro Obregón y Calvin Coolidge, Presidentes de México y Estados Unidos, durante la firma de los “Tratados de Bucareli, el 13 de agosto de 1923.
Los representantes del gobierno de Álvaro Obregón fueron los señores Ramón Ross y Fernando González Roa, abriéndose una comisión bipartita para negociar las reclamaciones de ciudadanos estadounidenses residentes en México, además de darle efecto retroactivo al artículo 27º constitucional, respetando las propiedades petroleras de los estadounidenses, obtenidos antes de 1917.
Rezando el mismo trato para las extensiones de tierra que fueran propiedad de los estadounidenses, pagando inmediatamente en oro, en caso de que esas tierras necesitaran ser expropiadas por el gobierno mexicano.
Todo esto quedó acentado en una cláusula de confidencialidad, además de no fabricar motores de combustión interna, adquiriéndolos
en Estados Unidos, dicho compromiso duró vigente entre 50 y 100 años, instalando plantas de automóviles y motores, a partir de entonces la economía mexicana, creció gracias a las importaciones. Otorgándole el reconocimiento diplomático al gobierno del general álvaro Obregón, el 31 de agosto de 1923.
Sin embargo, Adolfo de la Huerta, negoció con varios senadores para que no ratificaran el tratado de Bucareli, por lo que, el presidente Álvaro Obregón, mandó asesinar al líder de la oposición al senador campechano Francisco Field Jurado, con lo que los demás senadores disidentes, escarmentaron y decidieron ratificar los tratados de Bucareli, para salvar sus vidas.
Fernando González Roa y Ramón Ross, delegados del gobierno mexicano en las negociaciones de los Tratados de Bucareli, efectuadas del 13 al 23 de agosto de 1923.