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Torreón, Coahuila.– A balazos, un grupo armado asaltó a dos sacerdotes de la Diócesis de Torreón, la noche del jueves en la autopista Querétaro – México, donde colocaron rocas para dañar los vehículos de los religiosos y obligarlos a detenerse.
Uno de los sacerdotes fue obligado a tirarse al piso, donde lo amagaron con armas de fuego para despojarlo de sus pertenencias.
Entre tanto, el otro padre trató de escapar en su auto, pero otros delincuentes le arrojaron rocas al parabrisas mientras que un maleante más trató de abordarlo por la puerta del copiloto, pese a todo eso logró escapar.
Así lo relata en redes sociales uno de los afectados, que se identifica como Cristian, quien señala que el jueves último, salió de Zacatecas para dirigirse a la capital del país, aunque esperaba que se le uniera otro sacerdote, Juan, en su correspondiente auto para emprender el viaje hacia la residencia sacerdotal en la ciudad de México.
Al continuar, el religioso señaló que en un tramo de la autopista mencionada, en la carretera había una roca grande que causó daños en la parte baja del vehículo de Juan, que obligadamente se detuvo para revisar, y ante eso, hizo lo mismo, para ayudarlo.
Fue en ese momento que de entre la maleza salió un sujeto que hizo disparos al aire y les ordenó que se tiraran al piso; luego apareció otro sujeto, y en ese instante Cristian corrió hacia su auto para intentar escapar, y aunque dos rocas golpearon el parabrisas y el individuo quebró el vidrio de la puerta del copiloto, logró retirarse.
Dijo que más adelante estaban dos vehículos dañados, también por rocas en el camino y que conminó a los conductores que se retiraran, advirtiéndoles que trataban de asaltarlos.
Para esos momentos comenzó a llamar al 911, pero el auxilio nunca llegó, la operadora intentaba que le diera ubicación exacta y muchas cosas más, lo que obviamente desconocía.
Fue entonces cuando vio por el retrovisor el auto del Padre Juan, y juntos continuaron hasta llegar a una gasolinera, donde se dio cuenta de que había resultado herido por esquirlas; también vio que cuatro sujetos armados asaltaron a los ocupantes de los dos vehículos también averiados.
Lamentó con ironía la nula presencia de patrullas, que regularmente recorren esa carretera, pero no para auxiliar a los conductores.
