sábado 21, septiembre, 2024

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‘Nuevos’ libros de texto: la ofensiva de los duros

Carlos Arredondo Sibaja

Adoctrinar de forma sistemática a las masas es una de las estrategias más eficaces para garantizarse una base de adeptos capaz de sostener un proyecto en el poder. La fórmula no es nueva: dictaduras como las de Cuba, Corea del Norte, Nicaragua o Venezuela llevan décadas poniéndola en práctica con éxito.

Pero, ¿cómo se adoctrina?

La ruta más sencilla -y eficaz- es la de acallar todas las voces discordantes y, de esta manera, monopolizar el discurso público. La existencia de un discurso monocolor allana el camino a la sumisión colectiva y garantiza -al menos de forma contingente- la sumisión de la masa a los designios del gran líder.

Hacer esto, sin embargo, no siempre es posible. Múltiples condiciones influyen -sobre todo en el mundo híper conectado de nuestros días- en el propósito de acallar las voces disidentes y convertir a la propia en el único discurso audible.

https://8cee0cecbbbb2dd6531466380750a76a.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html La situación se complica más en casos como el nuestro, pues quienes siguen enganchados al ideario trasnochado del comunismo a la cubana -o a la venezolana- entienden bien la imposibilidad de convertirnos en una sucursal más del eje Caracas-La Habana con sólo chasquear los dedos.

Porque, aún cuando en público pretendan vendernos la idea contraria, en privado se ven obligados a admitir la cruda realidad: las multitudes a las cuales logran reunir en el zócalo capitalino, sólo gracias a la distribución de astronómicas cantidades de dinero en efectivo, ni siquiera entiende los conceptos nucleares de su pretendida “ideología”.

Y mientras el tiempo corre… estamos a unas semanas de iniciar la cuenta regresiva del último año de la transformación de cuarta y ciertamente la “revolución de las conciencias” y la ideologización de la muchedumbre no se ha concretado en los hechos. Se ha ganado en adeptos, es verdad, pero se trata de adeptos volátiles a los cuales resulta muy fácil mudar de tribuna.

https://8cee0cecbbbb2dd6531466380750a76a.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html Entonces no queda sino emprender la gran ofensiva, el asalto definitivo al corazón de la cantera de almas: la escuela. En el peor de los casos, la ofensiva servirá para crear a futuro una reserva de dóciles conciencias a las cuales recurrir para el retorno a la cima. En el mejor, el adoctrinamiento escolar se alzará como la garantía de permanencia en el poder.

La fórmula es simple: debe sustituirse el modelo educativo “tradicional” -el ideado por el conservadurismo globalizado- por uno cuyo núcleo duro no sean los conocimientos formales sino la ideología “comunitarista”, es decir, esa según la cual el bien común solamente puede emanar de un lugar: la asamblea donde no cuentan los conocimientos sino los sentimientos compartidos.

¿A quién le importan las matemáticas, la biología, la física o la química? Lo realmente importante es reconocernos como integrantes de una comunidad cuyo más alto propósito es hacer la revolución.

https://8cee0cecbbbb2dd6531466380750a76a.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html Por ello, en los nuevos libros de texto, específicamente en el libro para los profesores, se indica a los mentores, sin ambigüedades, el objetivo central de su actividad: “el libro que tiene en sus manos representa el esfuerzo de la Secretaría de Educación Pública por brindar una teoría que acompañe la revolución que realiza en sus aulas”.

Para lograr el anhelo revolucionario, se le advierte, es necesaria “una conciencia crítica y una sensibilidad que permita reconocer cuáles son las crisis sociales que se viven en su comunidad”. Pero generar dicha conciencia, se insiste, no es fácil, pues al docente “le rodean tentaciones que buscan distraerlo, convencerlo de que sería mejor dejar todo tal y como está, vivir de manera apática y conformarse con lo que se tiene”.

No es un plan brillante ni bien ejecutado, pero tampoco se requieren excesivas sofisticaciones para lograr la victoria. Habrá que estar atentos a la reacción de la comunidad para tener mayor claridad respecto de las ganancias que puedan obtener quienes pretenden convertirnos en una sociedad de zombies.

https://8cee0cecbbbb2dd6531466380750a76a.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html ¡Feliz fin de semana!

@sibaja3

carredondo@vanguardia.com.mx

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