Beatriz, también usa Huipil
Sergio Uribe
Mucho se ha hablado y se sigue hablando del meteórico acenso y posicionamiento de la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez, quien en tan solo cuatro semanas se ha colocado como una seria aspirante del Frente Amplio por México para encabezar lo que será una titánica batalla para suceder a Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, en el Frente no es la única, también enfrenta a un grupo de priistas, panistas y perredistas que recorren el país buscando la suma de firmas que les permita continuar en la contienda y seguir a la siguiente etapa .
Si bien Xóchitl es una mujer surgida de abajo, del esfuerzo, que ha ido amalgamando una actitud de arrojo, valentía y ser una auténtica joya para el Frentismo por su conducta contestataria y de ágil reacción, además de carismática y que en sus palabras y alcances dicen lo que millones de mexicanos querrían decir y escuchar en este momento, incluso sumando gran cantidad de simpatías por sus expresiones naturales y especialmente por su autodefensa.
Sin embargo, existen otros perfiles y también otro talento femenino, como el caso de Beatriz Paredes Rangel, quien ha recorrido una larga brecha, con un similar origen, incluso, es de los pocos eslabones generacionales dentro del Partido Revolucionario Institucional y de las luchas campesinas de donde tiene sus raíces, sin excluir a Augusto Gómez Villanueva, que sigue con una vida política activa.
Beatriz, nacida en Tlaxcala de donde fue la primera mujer gobernadora de esa entidad, inicia su trayectoria política a los 22 años. Fue diputada local, a partir de donde inicia una larga carrera sumando cargos y experiencia como diputada federal, senadora, gobernadora, embajadora de nuestro país, dirigente de su partido, líder nacional del sector campesino. Además, la tlaxcalteca cuenta con una faceta poco conocida de ella como escritora y compositora musical.
Beatriz, es una mujer que lejos de la estridencia ha sabido construir una sólida carrera política que la ha llevado a ser uno de los personajes contemporáneos más respetados dentro y fuera de su partido político.
Si bien es cierto, cuenta con una personalidad firme y adusta, y que se caracteriza por saludar siempre he invariablemente con una sonrisa, es poseedora de una gran capacidad de conciliación. Es profunda conocedora del momento político y ha sabido conjugar la sobriedad y notoriedad como un personaje profundamente analítico y objetivo.
Derivado de sus largos debates y su elocuencia en el parlamento federal, se acuñó una frase afectiva y que retrata su ser como legisladora y su talla como mujer estadista: “Cuando Beatriz habla, la Cámara calla”. frase que refleja la estatura, respetabilidad y seriedad de la senadora.
Beatriz, desde hace años, es uno de las figuras más conocidas en el ámbito nacional, por lo tanto, es evidente que, si por trayectoria y capacidad se eligiera el próximo Presidente de la República, -incluidas las “corcholatas” morenistas-, difícilmente alguien podría competir con ella.
Beatriz es siempre sobria y objetiva. Aunque se distingue por tener una gran capacidad de oradora no utiliza la ruta del discurso incendiario o declaraciones tronantes, opta siempre por la mesura y la conciliación.
Si se tratara de dibujarla en esencia política, podría decirse que es una persona responsable en su discurso, en sus tareas legislativas y en los otros muchos cargos que ha ocupado. Incluso esto la ha llevado a ganarse el respeto y reconocimiento de propios y ajenos.
Precisamente este viernes la senadora tlaxcalteca se sumará a la pasarela de los presidenciables por uno de las dos entidades del país que forman el bastión priista nacional. Llegará a Durango Beatriz Paredes en la búsqueda de simpatías y respaldos para convertirse en la coordinadora del Frente Amplio por México, cargada de su capacidad, talento y mesura, quien además de todo… ¡también usa Huipil!